El 28 de febrero, el frigorífico Marfrig dejará de producir hamburguesas en la planta Establecimiento Colonia, ubicada en Tarariras, y concentrará la elaboración de ese producto en el frigorífico Tacuarembó, también perteneciente a esa compañía brasilera.

De esa forma, cerca de 40 trabajadores que desarrollaban esas tareas en la planta coloniense serán redistribuidos en otras tareas que se realizan en ese lugar o negociarán un despido incentivado que les ofrece Marfrig, según explicó a la diaria el referente del sindicato Asociación Laboral Personal de Establecimientos Colonia, Mariano Ebert.

La decisión de trasladar esa línea de producción al norte del país ya había sido comunicada por la empresa a los trabajadores colonienses, y se enmarca en una estrategia de “compactar y volver más eficiente” la planta de Tarariras y de concentrar la producción en Tacuarembó, donde los costos de mano de obras son sensiblemente más bajos que en el sur del país. Esa política empresarial ha sido acompañada por una reducción de la faena en Colonia, que pasó de 800 animales diarios a cerca de 600.

Trabajadores de Bucles “con incertidumbre”

A fines de enero, la empresa Bucles dejó de prestar servicios tercerizados a la empresa Marfrig, lo que originó la pérdida de puestos de trabajo a 17 personas.

Al momento de informar sobre esa situación, el propietario de Bucles, Julio Medina, dijo a los obreros que no contaba con recursos económicos para hacer frente a las indemnizaciones. Medina también es titular de varios emprendimientos que funcionan en el departamento de Colonia, como el parque acuático Aqua Park, y también pretende ser candidato a alcalde de Juan Lacaze por el moreirismo (Partido Nacional).

Si bien el empresario anunció los despidos por cierre de empresa, en los últimos días tramitó el seguro de paro de varios trabajadores “por baja actividad, una causal por la cual le corresponderían cuatro meses de ese beneficio a los involucrados, en vez de hacerlo por ‘cierre y despido’, lo que permitiría que los obreros afectados puedan usufructuar seis meses o más, según la edad del trabajador, en el seguro de paro”, explicó a la diaria el abogado Sebastián Landechea, representante legal de ese grupo de obreros despedidos por Bucles.

Además, Landechea y Ebert coincidieron en informar que Bucles “realizaba una subaportación de jornales de los trabajadores al Banco de Previsión Social”, ya que pagaba “una parte de sueldos en blanco a través del sistema bancario y otra en mano”, lo que generaba perjuicios para los trabajadores, así como para el sistema previsional.

El dirigente sindical aguarda “que en las próximas horas Bucles o Marfrig, como empresa madre, se haga cargo del pago de las indemnizaciones”. “Nosotros, como obreros sindicalizados, estamos colaborando con los compañeros de Bucles, organizamos una colecta solidaria y aguardamos a que se alcance una solución a la brevedad”.

“A nosotros nos cuesta entender cómo un empresario como Medina, que se ha vuelto una persona pública por sus actividades y por sus aspiraciones políticas, haya hecho este tipo de cosas, como evitar pagar impuestos o no hacer frente a las indemnizaciones, cuando no tenía ninguna dificultad económica que lo motivara a hacerlo”, expresó el dirigente sindical.