El pasado lunes, las empresas Lactalis, de origen francés, y Granja Pocha, radicada en Juan Lacaze, comunicaron que iniciaron “un proceso de asociación estratégica que, una vez completado, resultará en la transferencia de las acciones de Granja Pocha al Grupo Lactalis”.
La noticia no fue bien recibida por los trabajadores afiliados al Sindicato de Obreros de Granja Pocha (Sograp) ni por el Gremio de Obreros de Indulacsa de Cardona, ambos afiliados a la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL).
En una entrevista con la diaria, Pablo Sesini, delegado de Sograp, dijo que “en estas horas todavía contamos con muy poca información” sobre la venta de Granja Pocha a Lactalis, “una empresa que ahora anuncia hacer inversiones en esta planta, pero que cuenta con un historial de haber invertido abruptamente en algunos lugares y que, cuando ya no sirvió más, optó por irse”.
Sesini explicó que “el mercado lácteo es volátil” y “cuando los precios de los productos son altos las empresas invierten”; sin embargo, “cuando los ciclos son a la baja, no es lo mismo trabajar en una empresa familiar, como Granja Pocha, donde las diferencias eran manejadas con respeto y diálogo, y donde se llegaba a acuerdos”, que con una empresa multinacional.
“Granja Pocha logró crecer gracias al acompañamiento que hicimos los trabajadores a la producción y las necesidades que planteaba la empresa, a pesar de los comentarios negativos que a veces se hacen sobre los sindicatos”, destacó, y advirtió que “las referencias” de Lactalis causan incertidumbre entre los trabajadores lácteos lacazinos.
“Cuando desembarcó en Uruguay, compró Indulacsa de Salto, donde había una quesería, y posteriormente adquirió una planta en Cardona, donde elaboran la marca Parmalat”, y “cuando los números no le sirvieron, Lactalis cerró la quesería de Salto y trasladó toda la producción a Cardona”, relató el trabajador. Añadió que “lo que pasó en Salto hoy está pasando en Cardona, porque hace tiempo paralizaron la producción de leche en polvo, que era el fuerte de ellos, y mandaron a la gente al seguro de paro, primero por 90 días y después por otros 90 más”.
El gremio de Granja Pocha advierte que Lactalis “ahora pretende concentrar la producción de leche UHT en Juan Lacaze generando un vacío en Cardona”. “Es difícil relacionarse a una empresa que desarrolla esas prácticas”, expresó Sesini.
En la misma línea, los delegados de Groinca, Joaquín Bentos y Gastón Altuna, dijeron, en diálogo con la diaria, que atraviesan una situación compleja en la planta ubicada en Cardona, ya que el año pasado se cerró la quesería y a fines de ese año también bajó la producción de leche en polvo debido a problemas sanitarios en el ingreso al mercado de Brasil.
Esas situaciones originaron que se establezca un régimen de seguro de paro rotativo en esa industria desde hace varios meses.
En tanto, la semana pasada “nos enteramos, de una manera bastante vergonzosa, de que la empresa Lactalis había adquirido Granja Pocha”, lo que implicaría que la producción de leche UHT que hace Lactalis se concentre en la planta industrial de Juan Lacaze y que “se pierdan 100 puestos de trabajo que hoy están en Cardona”, detallaron los delegados sindicales.
En una reunión en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) tras ese anuncio, la gerencia de Lactalis anunció que “le estarían sobrando 100 puestos de trabajo en Cardona”, lamentaron Bentos y Altuna. “De los actuales 149 puestos de trabajo, según este planteo de la gerencia, solamente quedarían 49”, añadieron los trabajadores.
Este martes habrá una nueva instancia tripartita en la órbita del MTSS. “Empezamos a negociar para que no exista pérdida de puestos de trabajo, y que algunos trabajadores de Indulacsa Cardona puedan mantenerse en esa planta y que los restantes puedan ser trasladados a Juan Lacaze”, explicaron.
“El cierre de la planta de leche UHT en Cardona es un golpe fuerte”, expresaron. Criticaron el accionar de Lactalis, que “tiene como antecedente lo que pasó con Indulacsa en Salto: en su momento también dijeron que no habría cierre, que era sólo cuestión de una reestructura y terminaron cerrando todo diez días después”. “Así es complicado negociar”, advirtieron.
Aparte de las negociaciones en el ámbito del MTSS, los dirigentes de Groinca también iniciaron contactos con distintos actores políticos de Soriano y Colonia, “porque esto puede ser una noticia para devastadora para Cardona y Florencio Sánchez”, porque “cuando comunicaron que Lactalis se expandía y compraba Granja Pocha, no dijeron la otra parte: que se verían afectados 100 puestos de trabajo en la planta de Cardona”.