El 17 de febrero, las empresas Lactalis, de origen francés, y Granja Pocha, radicada en Juan Lacaze, comunicaron el inicio de “un proceso de asociación estratégica, el que, una vez completado, resultará en la transferencia de las acciones de Granja Pocha al Grupo Lactalis”.

Actualmente Granja Pocha genera 160 empleos directos en la producción de quesos, dulce de leche, yogures y crema de leche, entre otros productos. “Se conservarán todos los puestos de trabajo y Lactalis se compromete a ampliar sus operaciones en Juan Lacaze a mediano y largo plazo”, establecieron las empresas en el comunicado.

Esa noticia no fue bien recibida por los trabajadores afiliados al Sindicato de Obreros de Granja Pocha (Sograp) ni por el Gremio de Obreros de Indulacsa de Cardona, ambos afiliados a la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL).

En Cardona, la situación de los trabajadores que trabajan en la planta de Indulacsa, propiedad de la multinacional francesa, es complicada, dado que, tras ese anuncio, en una reunión en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) la gerencia anunció que se perdería más de un centenar de puestos de trabajo, según explicaron delegados de Groinca a la diaria. Esas personas que verían en riesgo la continuidad laboral están abocadas al procesamiento de leche UHT, que pasaría a hacerse en la planta de Granja Pocha a partir del 15 de marzo.

En tanto, para el Sindicato de Obreros de Granja Pocha (Sograp) resulta “controversial” el momento en que esa empresa es adquirida por Lactalis, ya que en 2024 la empresa lacazina recibió más de tres millones de dólares del Fondo de Reconversión de la Industria Láctea (FRIL).

En efecto, la empresa sabalera recibió 1,1 millones de dólares para inversiones y otros 2,2 millones de dólares para cancelar la deuda financiera a corto plazo con bancos locales. “Para acceder a esos fondos el sindicato ofreció la garantía de que los trabajadores velaríamos para que ese dinero sea destinado a esos objetivos, y ahora vemos que esta planta se vende a una empresa que ofrece más dudas que certezas”, expresó Pablo Sesini, delegado del sindicato.

La versión de Granja Pocha

En una nota enviada por la dirección de Granja Pocha a la diaria, representantes de la empresa ofrecieron su punto de vista con relación a esa transacción comercial realizada con Lactalis.

Respecto del préstamo recibido por el FRIL, “por un monto de 5.981.245 unidades indexadas (UI), equivalente a 925.821 dólares”, la empresa planteó que “fue destinado exclusivamente a la adquisición de maquinaria, equipo e instalaciones, con el objetivo de potenciar nuestras capacidades productivas, generar empleo y garantizar el crecimiento sostenido de la empresa”.

Añadió que “es importante destacar que este préstamo fue otorgado en base al cumplimiento de todos los requisitos establecidos por las autoridades competentes, y la devolución de dicho préstamo se encuentra en curso, conforme a los plazos estipulados, y será asumida por Lactalis”. “La maquinaria adquirida se encuentra prendada a favor del FRIL, incluso por un valor superior al préstamo otorgado, lo que da garantías a todo el proceso”, aseguró.

La dirección de la empresa lacazina expresó que “la oportunidad de vender Granja Pocha a Grupo Lactalis surgió en forma posterior a la solicitud del préstamo y llevó un proceso de análisis profundo por parte de la familia fundadora”.

“Tras evaluar la situación actual, se entendió que, en este momento, no existen los recursos suficientes para consolidar y expandir el proyecto que nació en 1980 y que, a lo largo de los años, se ha convertido en un referente en la industria láctea y en el sector exportador”, por lo cual “esta decisión se toma con el único objetivo de mantener la estabilidad del equipo de trabajo y priorizar la viabilidad de la compañía”.

Finalmente, tras agradecer a trabajadores, clientes y socios comerciales, la dirección de esa industria láctea sostuvo: “Estamos convencidos de que esta nueva etapa traerá consigo nuevas oportunidades para seguir impulsando el crecimiento y fortalecimiento del legado de Granja Pocha”.

Las empresas

El grupo Lactalis fue fundado en Francia en 1933 por André Besnier y sigue estando en manos de la misma familia. Actualmente, Lactalis opera en 85 países y posee más de 270 plantas en 52 países, que ocupan a unos 85.000 trabajadores.

Lactalis comenzó a operar en Uruguay en 2015, con la adquisición de Industria Láctea Salteña (Indulacsa), en una movida empresarial que trajo aparejado el cierre posterior de una planta industrial que funcionaba en Salto y la mantención de otra que opera en Cardona, localidad de Soriano fronteriza con Florencio Sánchez, en Colonia.

Granja Pocha, en tanto, es una empresa de carácter familiar, fundada en la década de 1980 por el lacazino Edgardo Villanueva, quien sigue a su frente.