¿Qué hará nuestro gobierno ante esta nueva situación, ante esta luz verde planetaria a la contaminación por plásticos? ¿Seguirá por la misma ruta iniciada hace 30 años?
El sistema político de nuestro país está en deuda con la normativa sobre contaminación por plásticos descartables, que son muchísimos y en principio son reciclables.
Es necesario aprobar una nueva normativa, de alcance nacional, y elaborar un plan para la gestión social de residuos, que efectivamente le dé espalda al trabajo de los gobiernos departamentales.
Está muy bien reciclar, y que las intendencias en cierta medida participen en esta tarea, pero siempre y cuando se cumplan ciertas condiciones y se garantice que la recuperación de objetos y materiales tengan un destino útil.
Este es un decreto que pone metas sin ningún estudio técnico, no se estimaron costos de recolección y acopio de los aparatos desechados, cuántos hay de cada uno, cuál es su peso y su volumen.
Las políticas públicas deberían lograr que el Estado genere proyectos que den cabida a las personas con discapacidad intelectual, y no sólo a ellos, también, por ejemplo, a personas en tratamientos de salud mental.
Se deberían implementar políticas públicas que acerquen a las personas y organizaciones el conocimiento de todos los aspectos vinculados con la producción, distribución, consumo y desechos de alimentos.
Si se pretende convencer sobre los buenos resultados que supuestamente traería el Plan Vale, tanto el Ministerio de Ambiente como la CIU deberían brindar información seria, completa y detallada sobre los envases incluidos.
En materia de envases y no sólo, la ley es muy clara, quien debe hacerse cargo de ellos son las industrias productoras y las empresas importadoras, mediante lo que han dado a llamar la Responsabilidad Extendida al Productor