Hoy vamos a reivindicar la vida de Andrea, Pamela y Roxana, y con el llanto en nuestra garganta una vez más vamos a seguir existiendo y vamos a seguir construyendo lugares de ternura.
Entendemos que hay acuerdos sociales y políticos que pueden y deben lograr asegurar condiciones dignas para el desarrollo pleno del vivir en las ciudades, abordando sus desigualdades, experiencias y condiciones de posibilidad.