En la mañana de este miércoles, durante su habitual encuentro con medios de prensa y simpatizantes a la salida del Palacio de la Alvorada, en Brasilia, el mandatario brasileño, Jair Bolsonaro, reafirmó ante los presentes que su gobierno cambiará la estrategia de combate contra la pandemia de coronavirus, que en Brasil ya infectó a más de 2.200 personas y mató a 46.

El ex capitán ultraderechista afirmó que va a hablar con el ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, quien en principio estaría en contra de la medida, para que de ahora en más se aplique el “aislamiento vertical”, método que consiste en aislar exclusivamente a los enfermos de Covid-19 y a los grupos de riesgo, de acuerdo a lo que informó la revista Fórum.

Esta estrategia, que va directamente en contra de las recomendaciones realizadas por los organismos de salud internacionales, fue adoptada inicialmente por el gobierno británico que encabeza Boris Johnson, quien luego tuvo que dar marcha atrás e imponer medidas más drásticas de aislamiento social.

Al argumentar su postura, Bolsonaro dijo: “Lo que se precisa hacer es sacar el pueblo a la calle para trabajar y cuidar a los enfermos, a aquellos que tengan problemas de salud. Pero nada más que eso”.

La medida del presidente sigue la línea del discurso que dio por cadena nacional en la noche del martes, en el que nuevamente minimizó el brote de coronavirus, al que calificó de “gripecita”, pero además atacó a los gobernadores que no están alineados con su gobierno –la enorme mayoría– y de paso también volvió a atacar a la prensa, acusándola de generar un clima de “histeria” respecto de la pandemia.

Poniendo delante de la salud a la economía, el presidente brasileño proyectó un escenario de crisis financiera en el futuro a causa de la pandemia. “Nosotros tenemos 38 millones de personas que trabajan por su cuenta en el país. Una parte considerable de ellas ya no está ganando nada, y lo que tenía en la heladera se le terminó. Las empresas no están produciendo nada y no tienen manera de pagarles el sueldo a sus empleados. Si la economía colapsa, no vamos a tener como pagarles a los funcionarios públicos”, dijo. El mandatario norteño –que está sufriendo un enorme aislamiento, tanto dentro del Congreso como entre los militares de alto rango– agregó: “El caos está ahí nomás. Si tuviéramos problemas en el país, como saqueos a supermercados, el virus va a seguir entre nosotros también, y ahí vamos a tener dos problemas, el caos y el virus”.

En la misma línea, Bolsonaro criticó a aquellos que priorizan la vida en detrimento de la economía. “Esos que dicen que la economía es menos importante que la propia vida… A ellos les digo, no disocien una cosa de la otra, porque sin dinero el campo va a dejar de producir y ahí, ¿de qué vamos a vivir?”, se preguntó.