La ciudad china de Wuhan, capital de la provincia de Hubei, situada en el centro del gigante asiático, que tomó notoriedad mundial por ser el lugar de origen del Covid-19, la enfermedad causada por la nueva cepa de coronavirus, denominada SARS-CoV-2, no registró ningún contagio nuevo de la enfermedad este jueves. Tampoco hubo casos nuevos en el resto del país. Esto sucede por primera vez desde que se conoció el novedoso virus, hoy convertido en pandemia mundial. La noticia causó una gran alegría en la ciudad, que estuvo cerrada durante 56 días mientras médicos y especialistas de todo el país se trasladaron hasta allí para contener la propagación del mal.

Si bien inicialmente el gobierno chino le restó importancia a la enfermedad e incluso ordenó silenciar a los médicos que estaban informando de que se encontraban ante una cepa de coronavirus desconocida, pronto las autoridades se pusieron a trabajar para contenerla y lograron importantes éxitos en poco tiempo gracias a una agresiva política dirigida directamente desde Beijing. Según consignó el periódico The New York Times, la actitud de negación inicial de las autoridades, errática como quedó claro después, permitió que el virus se extendiera sin control por la ciudad de Wuhan y luego por el resto del país.

El presidente chino, Xi Jinping, expresó su satisfacción por la no aparición de nuevos casos en Wuhan, pero advirtió que “no se puede bajar la guardia, porque la enfermedad puede volver”, de acuerdo a lo que informaron medios locales chinos.

El virus mató a 3.245 personas en China hasta el momento, lo que representa más de un tercio de la cifra de fallecidos por la enfermedad en todo el mundo. Ocho personas murieron el miércoles, todas en Hubei, la provincia donde las autoridades dijeron por primera vez que habían detectado casos de una misteriosa neumonía el 31 de diciembre del año pasado.