En el contexto de aislamiento social que generó la emergencia sanitaria producida por el coronavirus, distintas organizaciones sociales y académicas crearon Acá Estamos UY, una plataforma digital que articula iniciativas ciudadanas y conecta a quienes precisan ayuda con aquellos que quieren ayudar. La propuesta incluye un mapa que georreferencia las iniciativas, y permite encontrar rápidamente necesidades o soluciones.

El mapa interactivo incluye cuatro tipologías de entrada: “Mi necesidad”, “La necesidad de otra/o”, “Me ofrezco a” y “Servicio disponible”. En la primera, el usuario que tiene una necesidad llena un formulario en el que explica cuál es; por ejemplo, que alguien saque a pasear a su mascota o le compre medicamentos. En la segunda, organizaciones o personas que conocen la necesidad de otros solicitan ayuda de terceros para poder cubrirlas; por ejemplo, ollas populares que precisan voluntarios. En la tercera categoría, los usuarios se ofrecen a brindar una mano a otros; por ejemplo, hacer las compras o sacar la basura. En la última se georreferencian servicios disponibles, como instituciones públicas de salud o comercios de primera necesidad.

“Se trata de observar lo que está emergiendo de la sociedad civil, no de dirigir ni fomentar desde cero, y ver cómo eso se puede estructurar, organizar y apoyar”, explicó a la diaria Adriana Goñi, integrante de la plataforma en representación del Laboratorio de Urbanismo Colaborativo de la Universidad de la República. El objetivo de la propuesta, señaló, es “que haya una inteligencia colectiva funcionando” ante la emergencia de necesidades y grupos vulnerables en el contexto de la crisis sanitaria. No obstante, la idea es que la plataforma continúe funcionando el día después.

“La recuperación pospandemia es lo que más nos preocupa, porque tememos que ahí pueda profundizarse un modelo muy desigual, dado que la crisis radicaliza un tipo de economía y de empleo que no es la realidad que tenemos hoy en Uruguay, en la que hemos ganado un montón de derechos”, expresó Goñi. En ese sentido, indicó que es necesario “tratar de conservar esos derechos con propuestas concretas” y, para ello, se debe fomentar la articulación de la sociedad civil. “Creo que hay una respuesta muy buena de solidaridad de parte de todos en este momento preciso; la cuestión sería cómo hacer que esa respuesta se transforme en una atención sistemática, que no decaiga. Esa organización no puede ser librada a un voluntarismo que no se organiza. Es necesario tratar de apoyar eso como herramienta”, sostuvo.

Para Goñi, la solidaridad que está demostrando la sociedad uruguaya en las primeras semanas de la crisis es “una reacción de primer momento” y corre el riesgo de debilitarse a medida que pase el tiempo y las preocupaciones individuales aumenten. “A medida que se expande el virus se van radicalizando las medidas y empieza a funcionar esta cuestión de atacarse los unos a los otros: vos no salgas, yo sí salgo. Nosotros lo que decimos es: necesitamos reforzar y que la gente se concentre en la capacidad de hacer cosas positivas, incluso para encontrar soluciones al aislamiento”, afirmó.

La plataforma, en la que actualmente trabajan de forma voluntaria unas 90 personas, agrupa a colectivos feministas y medioactivistas, de la economía social y solidaria, y cuenta con el apoyo de la Intendencia de Montevideo, Udelar, UTU, Utec y el cowork Enlace. Federica Turbán, de MediaRed, dijo a la diaria que la propuesta busca explotar la capacidad de comunicación de las redes sociales “en este tiempo de confinamiento y aislamiento social”, donde se percibe un uso incrementado de estas herramientas. Por eso, además de ubicarlas en el mapa, las iniciativas solidarias se difunden en las cuentas de Twitter, Instagram y Facebook. Turbán indicó que el equipo de “check-in” del proyecto realiza un filtro de las propuestas que se ingresan en la página web antes de divulgarlas, para cerciorarse de que sean “serias” y que tengan vías de contacto.

En la misma línea, Goñi señaló que “lo digital está tomando un protagonismo muy fuerte y muy importante” en la articulación de las iniciativas solidarias, y destacó la importancia de que las organizaciones activistas no se encierren “en su propia red” y que “no defiendan sólo sus derechos”. Por esto, indicó, es importante “empezar a pensar en alternativas para proponer” para el día después de la crisis, y “no sentarnos a esperar”. “No podemos renunciar ni un milímetro a los espacios de democracia que hemos ganado”, enfatizó.