Con un horario restringido, ingreso previa medición de temperatura, distancia, alcohol en gel por doquier y POS del lado del cliente para evitar que los empleados toquen las tarjetas, finalmente este martes abrieron los shoppings en todo el país, salvo en Rivera. Según el protocolo elaborado con base en prácticas globales y con el asesoramiento de los médicos infectólogos Jorge Facal y Julio Medina, clientes, empleados y proveedores no pueden quitarse el barbijo en ningún momento. Por lo tanto, no se ve gente tomando bebidas o comiendo por los pasillos.

Una “fila razonable, en el entorno de las 30 personas” aguardaba al mediodía la reapertura del Costa Urbana, observó el gerente general de ese centro comercial, Alberto Gossweiler. La particularidad de ese shopping es que contiene el centro cívico, entre otras oficinas que atienden desde más temprano o que también volvían a la actividad presencial con público esta semana, como el Banco República. De manera que “se volcó un poco más de gente de lo que se venía registrando en días anteriores, pero se dio todo ordenadamente, y hay que reconocer que ya tienen bastante incorporadas las medidas sanitarias y no generan inconvenientes, tampoco en el distanciamiento que pedimos que mantengan”, agregó. También se está midiendo la permanencia de público en el establecimiento, que Gossweiler calculó en “un 25% del aforo general; una concurrencia razonable pero lejos de la saturación”.

En el sector gastronómico no abrieron todos los locales, ya que en esta primera etapa no se pueden ocupar sillas; de manera que están funcionando los que tienen salida exterior propia y los que pueden vender para llevar.

Consultado sobre las proyecciones de venta de cara a este domingo, Gossweiler indicó: “Obviamente el Día de la Madre es una fecha importante dentro del calendario comercial, y dadas las nuevas circunstancias, probablemente sea menor a lo que hubiera sido. Aun así esperamos y estamos preparados para una concurrencia mayor de la que se ha dado en este primer día de operativa”.

Respuesta de público

Marcelo Lombardi, gerente general del shopping Tres Cruces, se mostró conforme por la correcta implementación de los protocolos y por cómo funcionó la campaña previa para que los clientes supieran cómo comportarse. Como terminal de ómnibus, Tres Cruces debe controlar un gran número de puertas: “Por su ubicación dentro del edificio, tiene un montón de comunicaciones verticales (ocho ascensores más 16 escaleras mecánicas), por lo tanto son unos cuantos los puntos para el acceso al centro comercial, los mecanismos de elevación, y en cada lugar de contacto hay guardia dispuesta a estos efectos. Y tuvimos que identificar cómo hacer las filas en algunos lugares para evitar que se produzcan aglomeraciones, que por ahora no vimos”. Se recomienda mantener cuatro escalones de distancia en las escaleras y respetar los puntos de ubicación indicados en cada ascensor.

“Ha habido tráfico y han venido a comprar, por lo tanto en ese aspecto también estamos contentos”, expresó Lombardi, recordando que fueron 82 días de cierre y que buena parte del equipo de cerca de 3.000 personas se reincorporó a sus puestos. “La gastronomía está operando mínimamente, al no poder consumirse en el punto, pero vimos al shopping con gente” agregó. “Todavía mucha gente no compró sus regalos para el Día de la Madre, tienen buenas oportunidades de hacerlo de acá al domingo, y tenemos por delante la temporada de invierno”.

De menos a más

“Todo en orden, de acuerdo a lo previsto”, transcurrieron las primeras horas del shopping Las Piedras, de acuerdo a su gerente, Martín Fodere. “Fue una reapertura tranquila, un martes al mediodía”, dijo. Valoró que se haya definido un día así para comenzar e ir yendo “de menos a más”.

En cuanto a las normas, Fodere observó “total acatamiento” tanto en el ingreso como con las medidas de higiene. Dentro del recinto, “los baños tiene acceso restringido, hay lugares para el lavado de manos que se han clausurado para mantener la distancia entre una persona y otra, se aumentó la frecuencia de limpieza, sobre todo de los puntos de mayor contacto, como los pasamanos de las escaleras mecánicas y las botoneras de los ascensores, y estamos desestimulando el uso de ascensores, justamente, para evitar espacios confinados”, resumió.

Lo anterior no quita que describiera como “un ambiente festivo” el que se vivía en Las Piedras, “deseosos de volver a la actividad”. Fodere explicó que “los últimos tres días fueron de una intensidad tremenda en la puesta a punto de los locales”, ya que cuando cerraron, a mediados de marzo, todavía tenían el stock de indumentaria de verano. El recambio para otoño-invierno se tradujo en decenas de camiones entrando y saliendo desde el jueves. “Teníamos la necesidad de darle salida a toda esa mercadería y se estaba pasando la temporada”, explicó.

Las normas de esta nueva normalidad indican que “después de cada uso del probador se procederá a la desinfección” y cada prenda que sea tocada por el cliente será desinfectada con vapor de agua o quedará aislada por 48 horas.

La plaza de comidas vidriada, con vista al Parque Artigas, un diferencial del shopping de Las Piedras, emplazado en un entorno verde, no puede ser aprovechada en estos días, debido a las medidas de seguridad, que sólo habilitan delivery y take away. Fodere espera con ansias que en dos semanas se autorice el uso de las mesas.


Tristán solidario

En el marco de la situación de emergencia sanitaria, Paseo Cultural Tristán propone una iniciativa solidaria para paliar los efectos en la economía familiar. Con ese fin llama a asistir mañana, el viernes y el sábado, entre las 9.00 y las 19.00, con alimentos no perecederos que serán entregados a las ollas populares de la zona. Por cada donación, los visitantes obtendrán beneficios y descuentos en los locales ubicados a lo largo de la calle Tristán Narvaja.