En el día en el que el país reabrió sus fronteras al resto de las naciones pertenecientes a la Unión Europea y la zona Schengen, el presidente del Consejo de Ministros de Italia, Giuseppe Conte, dio un discurso en el que pidió que el país apunte a un “nuevo inicio” tras haber atravesado la fase más dura de la crisis sanitaria por el coronavirus, que dejó como consecuencia una profunda crisis económica.

“Debemos apurarnos”, enfatizó Conte, quien le sugirió a la oposición y a otros actores sociales establecer una mesa de debate la semana que viene para elaborar un “plan de renacimiento”, de acuerdo a lo consignado por la agencia de noticias italiana Ansa. El mandatario llamó a aprovechar el fondo europeo de asistencia, que se calcula que rondará los 172.000 millones de euros, reuniendo a los “principales actores del sistema y a las “mentes brillantes” del país.

Con las cifras de contagios y muertes por covid-19 en franco descenso –este miércoles, de acuerdo a cifras oficiales, el número total de contagiados era 233.836 y las muertes atribuidas a la enfermedad, 33.600– Italia reabrió sus fronteras con la expectativa de salvar la temporada turística, una fuente de ingresos muy importante para la nación mediterránea, que representa aproximadamente 13% del producto interno bruto.

A partir de ahora quienes lleguen desde otros países europeos podrán ingresar a Italia sin que se les imponga ningún tipo de cuarentena. La pretensión del gobierno italiano es que exista reciprocidad con el resto de Europa, algo que todavía parece poco factible. “La apertura total del país nos permite mostrar a los países extranjeros una Italia unida y compacta, en cuyo interior es posible moverse libremente”, sostuvo el ministro de Exteriores, Luigi di Maio, quien subrayó el “mensaje” de Italia al mundo.

En una operación para asegurarse respaldos a su apertura en el exterior, Di Maio se reunió este miércoles en Roma con su homólogo francés, Jean-Yves Le Drian, y en los próximos días está previsto que viaje a Alemania, Eslovenia y Grecia, donde solicitará a los respectivos gobiernos que no desalienten los viajes de sus ciudadanos a Italia.

Además de reabrir sus fronteras, este miércoles fue el primer día, luego de las estrictas medidas adoptadas en el marco de la pandemia, en que los italianos pudieron desplazarse sin restricciones entre las regiones del país. Se multiplicaron los servicios de trenes, que ahora funcionan casi con normalidad en todo el territorio, aunque se adoptaron algunas medidas preventivas, como los controles de temperatura en las estaciones y la obligatoriedad del uso del tapaboca, tanto en las estaciones como dentro de los trenes.