Durante una conferencia de prensa que realizó en la sede del gobierno bonaerense, en la ciudad de La Plata, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, afirmó este jueves que en su distrito “se van a acatar al pie de la letra” las medidas de reducción movilidad anunciadas el miércoles por el presidente Alberto Fernández.

“No es una ola, es un tsunami”, dijo el mandatario bonaerense al referirse a la pandemia de coronavirus en el territorio provincial, y advirtió sobre la “impresionante velocidad de crecimiento” de casos en los últimos días, según consignó la agencia Télam.

“En las últimas tres semanas pasamos de 2.500 casos a un promedio de 6.000. No es sólo lo súbito o la velocidad, sino la magnitud”, expresó Kicillof, quien expresó además que prefiere “ampliar y construir hospitales que ampliar cementerios”.

“Es una segunda ola feroz. Si no se toman medidas, si no se cambia nada, hay que suponer que todo sigue igual y los casos crecen”, añadió, y valoró que el presidente “tome las medidas priorizando la salud de los argentinos”.

Tras advertir que se “corre el peligro de que se sature el sistema sanitario”, Kicillof afirmó que en unos 40 distritos que se encuentran en fase 3 ‒aquellos en donde se registran mayor cantidad de contagios‒ “habrá cierre de locales de gastronomía de 23.00 a 6.00; prohibición de circular desde las 0.00 a las 6.00, y un cierre de comercios en general desde las 20.00 a las 6.00”.

También habló este jueves el presidente argentino, quien, en una entrevista con Radio con Vos, defendió las medidas restrictivas adoptadas por el Ejecutivo que encabeza y criticó a la oposición, principalmente a algunos referentes del sector macrista Juntos por el Cambio. El mandatario aseguró que “no le importa” el resultado de las elecciones legislativas que se realizarán en octubre, sino que “no se contagie y se muera más gente por la pandemia” de coronavirus, y cuestionó las “barrabasadas” que se plantean desde sectores de la oposición en relación a las medidas adoptadas para mitigar la segunda ola de la pandemia.

“Si tengo que perder una elección por esto, la pierdo, pero quiero dormir en paz. Dicen que estoy haciendo esto para evitar las PASO [las elecciones primarias previas a las legislativas]. Por favor, ¿cómo alguien puede pensar semejante barrabasada?”, se preguntó Fernández, quien agregó que “hay que ser muy miserables para decir eso”.

“No me importa el resultado de una elección, me importa que la gente deje de contagiarse y de morirse en una pandemia que está en el mundo entero”, agregó el mandatario de 62 años de edad, quien dijo también que le pareció “impactante” el comunicado de Juntos por el Cambio que se opuso a las nuevas medidas “antes de que fueran difundidas”, y agregó: “Aún no habían salido y ya se oponían, todo porque las íbamos a dictar nosotros”.

Respecto de las nuevas medidas tendientes a detener el avance de la pandemia, Fernández dijo que está “haciendo todo” lo que lo deja “en paz con su “conciencia”, y añadió: “Después, que digan lo que quieran y que hablen con la brutalidad con la que hablan y mientan como mientan. A mí a esta altura no me importa”.

El presidente argentino resaltó que las decisiones fueron “tomadas con los gobernadores y con el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta”, por lo cual “no” siente que haya habido “diferencias” con el alcalde porteño.

“Creo que son medidas tomadas de buena fe”, sostuvo Fernández, que agregó que se adoptaron “creyendo en la comprensión ciudadana”.

En tanto, insistió en que “los mayores contagios por coronavirus ocurren en el transporte público y los encuentros sociales” y pidió “evitar toda reunión social, porque es donde ocurren los contagios”. “No en las fábricas ni en las escuelas, sino en el transporte público y en las reuniones sociales”, completó.

Finalmente, destacó haber implementado una cuarentena temprana en el país durante el año pasado, cuando comenzó la pandemia: “De la cuarentena no me arrepiento, ¿cómo me voy a arrepentir? Creo que salvamos decenas de miles de vida por la cuarentena”, manifestó.

“Menos mal que la hice, porque me dejaron un país sin hospitales: teníamos una gobernadora que se jactaba de que no hacía falta hospitales, teníamos un Ministerio de Salud que había desaparecido, las vacunas estaban vencidas en la Aduana, y teníamos una Argentina donde el sarampión podía ser enfermedad”, recordó.