99% de las muestras de pacientes con coronavirus analizadas en las dos primeras semanas de mayo por el Grupo Interinstitucional en Vigilancia Genómica son de la variante P1, que se originó en la ciudad de Manaos, en Brasil, y se caracteriza por ser más contagiosa que otras, por lo que se considera una variante de preocupación.
La información fue divulgada este lunes por el Institut Pasteur de Uruguay, en un informe en el que también se destaca que el grupo continúa secuenciando los casos para detectar nuevas variantes.
99% de las muestras analizadas en las primeras dos semanas de mayo, provenientes de todo el país de pacientes #COVID19, responden a una Variante de Preocupación (P.1, según la tendencia), halló nuevo informe del Grupo Interinstucional en Vigilancia Genómica de #SARSCoV2 #hilo pic.twitter.com/p957NyCLfm
— Institut Pasteur Montevideo (@IPMontevideo) May 24, 2021
Tal como demuestran los resultados, la variante P1 ya está en todo el país. La investigadora del Instituto Pasteur Natalia Rego explicó en declaraciones a Doble click de FM Del Sol, que esta variante ingresó al país en febrero y que según los estudios del grupo, que analiza en promedio unas 200 muestras por semana, se ha ido expandiendo progresivamente hasta ser la predominante en todos los departamentos.
La investigadora advirtió que los efectos de la vacunación no se verán en el corto plazo, porque por más que la campaña avance a buen ritmo, aún no hay suficientes personas vacunadas. Asimismo, destacó que tanto en Uruguay como en Brasil se comienza a observar varios casos de reinfección: “Gente que tuvo el virus o tiene cierta inmunidad se va a infectar; esto ocurre con las variantes que surgieron a fines de 2020 y principios de 2021”.
Rego explicó: “A medida que nos vamos infectando, la gente nueva para infectar que tiene el virus disminuye. Sin embargo, en la medida en que la variante pueda reinfectar es difícil bajar la cantidad de personas susceptibles para el virus. La vacunación ayuda, pero no impide la infección ni que contagiemos” a los demás.
En este sentido destacó que “hay una necesidad de bajar la circulación del virus y la cantidad de personas infectadas, porque es lo único que necesita el virus para seguir mutando y generando nuevas variantes, algunas de las cuales van a poder ser más eficientes para adaptarse a los hospedadores y escapar a la respuesta inmune”.
La investigadora agregó que “en la medida en que no controlemos a nivel mundial la cantidad de virus que se está transmitiendo, existe la posibilidad de que aparezcan variantes que realmente hagan que las vacunas dejen de ser funcionales o que cambie el nivel de mortalidad, por eso es imperativo tratar de bajar los números de circulación”.
Consultada sobre la eficacia de las vacunas en estas nuevas variantes, Rego comentó que la vacunación “sigue siendo efectiva” pero que “parte de la eficiencia se pierde, eso hace que tengamos que tener mayor proporción de personas vacunadas para poder alcanzar esa inmunidad de rebaño, en teoría”.
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Por otra parte, en el informe el grupo señala que identificó dos casos de pacientes infectados con la variante andina C37, que son contactos directos del primer caso que se había identificado semanas atrás. Esta variante es catalogada de “atención”, ya que no hay estudios suficientes que demuestren si es más contagiosa o si tiene mayor incidencia en la mortalidad.
De todas maneras, Rego comentó que la identificación de esta cepa “no cambia mucho el panorama porque tenemos el país lleno de una variante de mayor transmisibilidad que lo que eran las variantes que circulaban en 2020”.