“La sombra que se puede venir”. Así definió el virólogo Gonzalo Moratorio a la nueva variante de coronavirus, Delta, originada en India y que se encuentra circulando en Brasil y Argentina, por lo que se espera que próximamente llegue a Uruguay. El científico dijo que en el Centro de Innovación de Vigilancia Epidemiológica, de la Universidad de la República, el Institut Pasteur y el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria, trabajan para detectar la llegada de la nueva variante, y aseguró que “nos va a encontrar muchísimo mejor que cuando entró la variante P1, por un tema de cobertura de inmunización que vamos a tener”.

Entrevistado este lunes en Buen Día, de Canal 4, Moratorio aseguró que las vacunas que se aplican en Uruguay “siguen siendo efectivas”, por lo que se espera que “esta variante en particular no genere más decesos y hospitalizaciones”. Sin embargo, advirtió que es “dos veces más transmisible que la P1” y que también tiene “mayor capacidad de evasión de la respuesta inmunitaria”.

Moratorio subrayó que el mejor escenario es que esta variante ingrese al país con el mayor porcentaje de personas totalmente inmunizadas posible, y en este sentido recordó que es necesario esperar a los 14 días después de las dos dosis, porque una sola “es como la nada”. En esta línea, indicó que “la vacuna fundamental que tenemos, que es la Sinovac, es una excelente vacuna, nada más que le cuesta más tiempo despegar; una vez que lo hace es muy robusta, no la baja nadie”.

“Cuando llegue esta variante vamos a ver si logramos descender el número de contagios, de casos diarios; podemos ver que esto vuelva a subir, pero ojalá estos nuevos casos diarios no se conviertan en hospitalizaciones y muertes, pero eso es lo que está pasando en Reino Unido”, expresó y acotó que en ese país se llegó a no tener fallecidos en un día.

Moratorio enfatizó que al estar circulando la variante en los países vecinos, “más que nunca hay que trabajar en el blindaje de fronteras, en el control de las personas que se mueven de las ciudades binacionales hacia adentro del país, para poder detectarla antes y que no aumente de forma significativa los casos”, algo que ya se advirtió con el ingreso de la variante P1. Para el investigador es indefectible el ingreso de la variante Delta, pero comentó que “por ejemplo, la variante británica entró al Uruguay pero gracias a una temprana detección, confinamiento y demás logramos aislarla, y acá prácticamente nadie se enteró que entró la variante británica”.

Otro científico que habló al respecto de la situación de la epidemia en nuestro país fue Gonzalo Bello, investigador uruguayo del instituto Fiocruz de Río de Janeiro. En diálogo con En Perspectiva, de Radiomundo, indicó que como la variante P1 ya está presente en todo el país se llegó “a la situación más extrema” que pueda haber; sin embargo, advirtió que la situación podría ser peor con el ingreso de otras variables como la Delta, o la Beta, originada en Sudáfrica.

Según señaló, ambas nuevas variaciones son “las más difíciles de neutralizar de las que han surgido hasta hoy” y por eso es imprescindible que “la vigilancia molecular que se está haciendo en Uruguay tenga un ojo puesto en las mutaciones”.

Agregó que hay muchos estudios en curso sobre estas nuevas mutaciones y comentó que en Estados Unidos, 10% de los contagiados son con la variante P1 y otro 10% con la Delta, y se está estudiando cuál de las dos formas es más transmisible y en determinar si la variante Delta es más difícil de contener que la P1.

Efectos de la vacunación en el CTI

Bello también hizo referencia a los efectos de la vacunación y aseguró que ya son evidentes en Uruguay, porque de otra manera la situación actual sería mucho peor. Retomó los últimos reportes del Ministerio de Salud Pública y comentó que en “la franja donde hay mayor proporción de personas vacunadas, los efectos ya se están viendo, como en el personal de salud, que no se comporta igual que el resto de la población”.

De todas formas, insistió en que “si las vacunas aumentan pero aumenta la movilidad, volvés a aumentar la tasa de contagios, y ahí depende cuánto las vacunas consiguen absorber ese aumento de movilidad. Hoy 33% de la población tiene las dos vacunas, más un 10% de personas inmunizadas naturalmente; eso significa que todavía falta más de la mitad de la población. El virus tiene mucho espacio para crecer”. El investigador no aventuró un porcentaje de la población que debe estar inmunizada para frenar el crecimiento constante, pero aseguró que en Brasil se habla de 75% de la población adulta.

También habló con En Perspectiva sobre el efecto de las vacunas Julio Pontet, presidente de la Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva, quien afirmó que al retomar las clases presenciales hay un aumento de la movilidad en la sociedad y no se vislumbra que vaya a bajar, por lo tanto, “si hay más de 100 pacientes con covid menos en el CTI, evidentemente la vacunación es la principal responsable, porque no hay otro factor de impacto que lleve a la baja los casos”.

Según señaló, se esperaba que para junio “las vacunas iban a lograr el primer efecto, que se está viendo, que es bajar las formas graves de la enfermedad; no bajar el número total de positivos, porque el tipo de vacuna predominante que tenemos no tiene tanto impacto en la transmisión, pero sí en las formas graves de la enfermedad”.

Agregó que se espera que para julio se consolide el “desacople entre el número de casos positivos totales y el número de casos graves. Inicialmente, más o menos 5% de los casos positivos terminaban siendo, ocho o diez días después, casos graves; ese porcentaje fue bajando y estamos en 1,5% o 2%. El primer efecto de la vacuna es que la persona adquiere el virus igual pero lo hace de una forma leve, baja la proporción de positivos que son graves”.

El médico explicó que el efecto aún no se ve en una baja en la mortalidad “porque lo que vemos es un descenso de casos nuevos graves, es decir que termina en un descenso de ingresos. En abril y mayo hubo una media de ingresos de 45 o 46 casos por día, en junio tenemos una media de 35 por día. La mortalidad se mantiene, algo más de 50% de los pacientes de CTI egresan por fallecimiento, pero los que egresan fallecidos de CTI hoy o ayer son los que ingresaron en su mayoría en mayo, en el peor momento”.