Se inauguró ayer en el Museo de Historia del Arte (Muhar, Ejido 1326, al lado de la Intendencia de Montevideo) la exposición The Sweet Collection, que reúne más de 60 latas de galletas inglesas de la colección de la docente Mirta Gaye (Montevideo, 1976), quien desde chica empezó a atesorar objetos simples utilizados como juguetes. La adquisición de su primera lata, fabricada por Peek Frean & Co., considerada una de las grifas de galletas más importantes de Reino Unido, desencadenó una afición disparada por una serie de preguntas sobre esos trabajados envases, sus dueños originales, su historia. El conjunto, que va desde los primeros años del siglo XX hasta la actualidad, exhibe una extensa variedad de diseños y motivos conmemorativos, complementada con aportes del acervo de Pablo Etchegaray.
El envasado de alimentos en latas comenzó en Inglaterra en el siglo XIX, con el objetivo de llevar comida en buen estado a los ejércitos en combate, según ilustra un tríptico sobre esta muestra. De ese modo se conseguía transportarlos en forma segura, optimizando al mismo tiempo el espacio de almacenamiento disponible. Las latas permitían proteger a las galletas de la humedad y del posible daño durante el trayecto, pero para fines de 1800, la diversificación de formas las convirtió en artículos comunes y utilitarios del hogar: adornos, juguetes, costureros.
El guion de la muestra abarca la historia de fábricas como Huntley & Palmers, que comenzó a funcionar en 1822, primero como una pequeña panadería en la ciudad de Reading, que proveía de galletas a los viajantes, pero que para 1900, con instalaciones próximas a las principales vías de transporte, tendría ya una fuerza de trabajo mayor a los 5.000 operarios. Otras marcas que por distintos medios llegaron hasta acá fueron Carrs of Carlisle, Jacob & Co, George Kemp Ltd, William Crawford & Sons, Meredith & Drew y Walker’s.
El recorrido histórico integra, entre otros aspectos, el papel de los niños y de las mujeres en las usinas, así como los cambios generados por la industria militar, que obligó a establecimientos como Huntley and Palmers a reconvertir sus instalaciones para la fabricación de armamento, y el aporte de las galletas de alto valor calórico elaboradas para la expedición del capitán Robert Falcon Scott y de su flota Terra Nova hacia la fallida conquista del Polo Sur.
La muestra permanecerá hasta el 31 de agosto y puede ser visitada de martes a domingo en el horario de 12.00 a 17.30.
Taller de electrónica mutante
Mañana de 15.00 a 19.00 en Tundra Bar (Durazno 902 esquina Convención) la artivista experimental Maia Koenig (Argentina, 1987), que construye sus propios instrumentos y está ligada a los retro-games, coordina un taller para armar sintetizadores, aprender los principios de la electrónica y su mutación, además de “cómo ser un desobediente tecnológico”. Convoca la artista: “Armate tu sinte y desparramá ruido autogestionado”. Cada cual podrá trabajar en un proyecto a elección –Atari Punk Console, Little Bass, Mixer 4 canales–, y en el costo del encuentro (1.000 pesos) están incluidos los materiales. Hay que inscribirse antes al correo [email protected] Para saber más sobre ella: www.maiakoenig.bandcamp.com
De vacaciones
Este sábado 6 a las 15.00 en el Parque de la Amistad (Rivera 3245, predio de Villa Dolores) habrá un taller de reciclaje de tapitas a cargo de La Fábrica. Hay que llevar tapitas para aprender a construir un tapitómetro. La actividad es gratuita y se contará con intérprete de lengua de señas.
Hoy desde las 14.00 en el Museo Gurvich (Sarandí 524) habrá un taller de juguetes en madera para niños de cinco años en adelante. La clase dura una hora y cuarto y cuesta 350 pesos.