‒Soy hombre, tengo 32 años, mido 1,90 centímetros y peso 90 kilos, no tengo ninguna patología diagnosticada, puedo entrenar cinco veces a la semana en un gimnasio, quiero aumentar mi masa muscular y mejorar mi rendimiento físico. No me gusta correr. Soy vegetariano y vivo en Uruguay, por lo que necesito que me sugieras alimentos que sean accesibles en mi país. ¿Me podrías armar un plan de alimentación y de entrenamiento para todo un mes?

‒¡Por supuesto! Aquí tenés un plan de alimentación y entrenamiento adecuado para tus objetivos...

Solicitarle un plan de alimentación o de ejercicio al chat GPT es posible. Cuantos más detalles se le brinde a esta herramienta de inteligencia artificial desarrollada por OpenAI, más exhaustiva puede ser su respuesta. Le podrás indicar tus objetivos, qué nivel de actividad tenés actualmente, cuántas veces por semana podés entrenar, cuáles son tus preferencias alimentarias, y así sucesivamente.

Lo que determinará la calidad de las respuestas del chat es qué tan afinadas sean las preguntas del usuario. Como explicó a la diaria la nutricionista Gabriela Ibarburu, para obtener un plan de nutrición mediante esta herramienta es clave que el direccionamiento esté bien hecho: “Para eso, es importante contar con conocimientos académicos en relación con la nutrición para darle al chat los lineamientos”.

En ese sentido, la nutricionista Raquel Sánchez apuntó: “El chat GPT es una buena herramienta, pero lo es más para el profesional de la nutrición que para la persona que solicita la información. Pueden ser adecuadas las recomendaciones que hace, promueve una alimentación saludable y hasta pone énfasis en la importancia de consultar con un profesional de la nutrición. Pero [en esta dinámica] falta el rol del licenciado en Nutrición que investiga necesidades, motivaciones, estado emocional, rol de los alimentos, cómo se alimenta frente a imprevistos, momentos de ansiedad y depresión, y ofrece alternativas conociendo a la persona. Uno a la máquina le dice lo que quiere y no siempre es consciente de los factores que están incidiendo en su forma de alimentarse”.

Cuando quien le consulta al chat GPT por un plan nutricional es una persona sana, no hay mayores inconvenientes porque, de cierto modo, la herramienta le compartirá algunas ideas que pueden ser aplicadas cuando se busca llevar a cabo una dieta balanceada. Pero si quien solicita esa información cursa alguna patología, en ese caso, según la nutricionista Macarena Rosadilla, hay ciertas especificaciones que este tipo de tecnología no analiza, lo que supone un riesgo. “Las plataformas no consideran al individuo como un todo. La salud mental, por ejemplo, es un aspecto no menor que la inteligencia artificial no puede abarcar”, agregó.

En el terreno del ejercicio físico sucede algo similar. El chat puede resultar útil para recabar información de forma más sencilla, accesible y rápida. Así lo consideró el entrenador personal Rodrigo Luzardo, que entiende que la inteligencia artificial puede generar el punto de partida para trazar un plan, “pero debe ser contrastado con un profesional de la salud”.

Luzardo contó que algunos alumnos le han mostrado rutinas de entrenamiento creadas por el chat GPT que parecen hechas por un entrenador. El tema es que, como explica el profesor, esos alumnos ya cuentan con una base de conocimientos y, por eso, sus preguntas probablemente sean más acertadas que las de alguien que no cuente con ese bagaje. Si una persona que recién comienza a entrenar consulta a esta herramienta para obtener un plan, puede tener un mayor riesgo de lesión y deserción que si quien la guiara fuera un profesional.

“En realidad, este tipo de recetas de alguna manera han existido siempre. Antes podías comprar en el quiosco una revista con ejercicios milagrosos o consultar manuales de entrenamiento para principiantes. El chat GPT es un poco más sofisticado, pero aún no puede valorar todo el contexto en el que una persona pretende enmarcar su actividad y, por supuesto, no puede sustituir la vinculación afectiva que hay entre las personas”, expresó el doctor en Ciencias de la Educación Física y el Deporte Andrés González.

Sólo un número de IP

Para el docente del Instituto Superior de Educación Física las personas comienzan a ejercitarse por distintos intereses que resultan un punto de partida clave para el entrenador. Además, en el proceso de planificación entran en juego otras variables, como edad, sexo, peso, estado de salud, experiencias previas, historial deportivo y niveles de actividad habitual, entre otras.

“Los profesionales de la educación física tienen muy presente el contexto en el trabajan, y acuerdan de antemano los objetivos a lograr. La formación y la experiencia permiten elaborar propuestas que estén adaptadas a las capacidades de cada uno. Además, se producen ajustes constantes en las planificaciones. La complejidad y variabilidad del entrenamiento son muy grandes. Creo que un programa informático, por muy sofisticado que sea, aún está muy lejos de procesar esta complejidad”, consideró González.

En la misma línea reflexionó el entrenador personal Leonardo Alanís: “Como base de datos es muy inteligente y brinda una solución a quien se lo pida, buscando coincidir. Pero jamás proporcionará la misma conexión que se puede dar en el trato directo con el profesional. Esta inteligencia no entenderá si estás con poco ánimo, cansado de trabajar, con problemas. Para ella sos un número de IP”. En efecto, Ibarburu señaló que los nutricionistas construyen criterio mediante la observación. Y, aunque el chat GPT pueda sistematizar conocimientos técnicos o académicos, no cuenta con esa capacidad crítica.

Los consultados coinciden en que crear un plan de alimentación o ejercicio requiere hacer muchas preguntas al paciente o alumno para atar cabos y profundizar. Y lo que sucede con el chat GPT es que se invierten los roles, porque quien hace las preguntas es el usuario.

El avance de estas nuevas tecnologías es también una invitación al perfeccionamiento y la actualización de los profesionales. Así lo entiende Luzardo, quien considera que desde el punto de vista del conocimiento académico y científico la inteligencia artificial podría incluso superar el trabajo humano y, por eso, será clave para los profesionales “continuar mejorando y estudiando”.

El entrenador tiene una mirada positiva frente al uso de la inteligencia artificial como potenciadora del conocimiento: “Tener usuarios de gimnasios o pacientes de nutricionistas mucho más concientizados sobre qué características tendría que tener un plan de alimentación o de entrenamiento empodera al usuario. Como cualquier herramienta, al principio despierta un poco el temor sobre si podría sustituir nuestro trabajo, pero creo que en muchos sentidos va a mejorarlo”.

La casa no se responsabiliza

la diaria invitó a los profesionales consultados a explorar la herramienta de OpenAI. Sánchez nunca la había utilizado y su primera reacción fue la sorpresa: “Tienen mucha información incorporada y creo que, en la medida en que esto evolucione, puede ser una muy buena herramienta para el profesional de la nutrición”. No obstante, la nutricionista se encontró con que “al incorporar datos sobre trastornos del aparato digestivo responde con argumentos teóricos adecuados, pero cuando ofrece la planificación del menú hay errores importantes”.

Por su parte, Ibarburu descubrió que el chat GPT es una buena herramienta para optimizar sus tiempos de trabajo: “Una de las cosas que más tiempo nos llevan a la hora de elaborar planes de alimentación son las tablas de alimentos, y el chat permite la organización de esta información”. De todas formas, la nutricionista se encontró con varias limitaciones: el chat no profundiza como lo haría un profesional, los estudios científicos sobre los que se basa van hasta 2021, los cruces de información no son del todo contundentes, y su calidad depende muy estrechamente de qué tan capacitado a nivel de conocimientos esté el usuario que hace las preguntas del otro lado.

González notó que el chat GPT “se desentiende de toda responsabilidad advirtiendo que consultemos a un médico o un profesional”. Es decir, la misma herramienta reconoce la limitación de que “dista mucho de cualquier profesional de la educación física que se implicaría en las propuestas que plantea”.

En tanto, Luzardo, que en la última década ha utilizado distintos tipos de inteligencia artificial, identificó que el chat GPT viene mejorando desde que se lanzó: “Cada vez es más contraintuitivo y resulta más fácil llegar a la información que estás buscando. Me sorprendió en algunos sentidos la exactitud y actualización de la información”. Para el entrenador, “muy probablemente siga perfeccionándose, y no me cabe duda de que a futuro hasta podría llegar a haber una inteligencia artificial que sea específica para planes de alimentación y entrenamiento, y creo que podría ser positivo para todos”.

‒¿Puede el chat GPT armarte una rutina de alimentación y ejercicio confiable?

‒No, como modelo de lenguaje AI, no puedo proporcionar una rutina de alimentación y ejercicio confiable y personalizada.

‒Entonces, ¿de qué me sirve consultarte por un plan de alimentación o ejercicio?

‒Puedo proporcionarte información general y pautas básicas, pero es esencial consultar a un profesional de la salud para obtener un plan personalizado y seguro.