El misterioso encanto de los gatos parece contener un especial atractivo para quienes se dedican al diseño de juegos. Cada vez más títulos giran en torno a estos amados y temidos animales. Algunos integran a los felinos de manera coherente con sus mecánicas, mientras que en otros casos, podrían ser reemplazados por cualquier otra temática. Sin embargo, las vidrieras de las tiendas están arañadas por estos peludos protagonistas.
Uno de los títulos gatunos más populares es Exploding Kittens (2015), de Elan Lee, Matthew Inman y Shane Small. Con reglas simples y humor absurdo, este juego ha conquistado mesas en Montevideo y en el mundo entero. La premisa es sencilla: cada participante roba cartas intentando evitar los temidos exploding kittens. Si uno aparece y no tenés cómo desactivarlo, quedás afuera de la partida. Las cartas permiten barajar el mazo, mirar cartas futuras o atacar a otras personas, lo que crea una dinámica de tensión y risas en la que la suerte y la estrategia se entremezclan. Además de su versión original, expansiones como Imploding Kittens o Barking Kittens añaden nuevas cartas y mecánicas, manteniendo el juego fresco, emocionante y en constante renovación.
Otro ejemplo destacado, editado por Maldito Games, es Cat in the Box, de Muneyuki Yokouchi, un juego de bazas que rompe las reglas tradicionales al inspirarse en el experimento del gato de Schrödinger. Aquí, las cartas no tienen un color fijo hasta que se juegan, lo que añade una capa estratégica única. Cada decisión puede llevar al éxito o a una paradoja que penalice la puntuación. Con un diseño minimalista y mecánicas innovadoras, este juego ofrece una experiencia desafiante e intelectual, donde la temática felina está perfectamente integrada. Una evolución de los juegos de bazas en la que decidir de qué color es la carta que jugamos constituye el corazón del juego.
En un tono más ligero, Sweet & Spicy, de Top Toys, adapta el viejo y querido Desconfío dándole un toque felino. Para dos a seis participantes, las cartas se colocan boca abajo, permitiendo mentir sobre el número y el aderezo que contienen. El objetivo es convencer al resto y planificar tus jugadas para que sean, al menos, parcialmente convincentes. Incluye un súper comodín que nunca puede ser cuestionado, lo que añade una capa de estrategia interesante. Este juego combina engaño y diversión en partidas rápidas, ideal para todas las edades.
Por otro lado, Calico, de Maldito Games, ofrece una experiencia tranquila y estratégica. Aquí se compite por crear la manta más hermosa, usando parches de tela de distintos colores y patrones para atraer gatos con gustos específicos. Con mecánicas de colocación de losetas y una profunda planificación, el desafío radica en equilibrar la estética y la optimización de movimientos para maximizar los puntos. Es accesible, pero con suficiente profundidad para mantener el interés en cada partida, moviéndonos en la apacible imagen de gatitos durmiendo cómodamente sobre hermosas mantas.
Finalmente, La Isla de los Gatos, también de Maldito Games, combina mecánicas de puzle y estrategia. Tomaremos el rol de ciudadanos de Punta de Tempestad y deberemos rescatar gatos y tesoros. Las losetas, que representan gatos y tesoros, tienen formas distintas y deben organizarse estratégicamente en un barco. Además, se deben cumplir objetivos como mantener unidas a las familias de gatos y completar cartas de manuscrito. Es un juego competitivo que desafía a tomar decisiones tácticas mientras se optimiza el espacio disponible.
La lista de juegos gatunos sigue creciendo, ofreciendo opciones para todo tipo de público sin parar de afilar sus garras para poder treparse a todas las mesas del mundo. Quizás algún día se revele el verdadero misterio detrás del atractivo de estos amigos peludos que gustan de meterse adentro de las cajas de juegos.