Esos dibujos tienen alma y su alma se alegra de que vean la luz reúne material de Pierre Fossey (París, 1901 – Montevideo, 1976), en el que posa la mirada en Montevideo entre las décadas de 1940 y 1960, y registra fachadas, comercios y claraboyas, signo de lo que hoy desaparece en el entramado inmobiliario. Estas obras forman parte de la colección del dibujante y docente franco-uruguayo que tiene en custodia el museo Cabildo, que asciende a más de 150 piezas, entre dibujos a tinta, algunos con carbón, otros a lápiz de color, acuarelas y témperas. En algunos casos son piezas complejas, cuenta Marco Torterolo, responsable del proyecto de la muestra así como de la obra plana del Cabildo de Montevideo. Explica que la complejidad radica en lo que llama "ensambles", que el artista compuso con varios dibujos; en láminas de cartulina pegó dibujos de diferentes medidas, sin más criterio que ordenar su trabajo, estima el conservador. Como la información de los inventarios no suele ser exhaustiva, Torterolo deduce que el dibujante armó esos conjuntos pensando en sus publicaciones. Así que la exposición está integrada por 37 obras enmarcadas, que dan un total de 112 dibujos (de los cuales apenas cuatro están solos en un cuadro).
“Tengo el privilegio de conocer a fondo el material que guarda el museo. La obra plana son 2.500 piezas de todo tipo: litografías del siglo XIX, manuscritos, acuarelas, pinturas al óleo, grabados”, describe Torterolo, dando un panorama de un acervo diverso en cuyo mantenimiento trabajan dos personas más, una encargada del área de textiles (vestuarios y accesorios de indumentaria) y otra que vela por los objetos, que implican desde porcelanas hasta muebles, desde monedas hasta armas de fuego.
Formado y especializado en restauración en papel, Torterolo ocupa el cargo de técnico restaurador. Desempeñó tareas afines en el museo Blanes, donde estuvo en contacto con un sector de la obra de Fossey bien distinto, que describe como figurines para revista de moda. Se sumó al equipo del Cabildo en 2014 y desde entonces, con periodicidad anual o bianual, suma a sus ocupaciones una exposición. En este caso le interesaba trabajar con un material acotado de Fossey, “restringirlo a determinada mirada sobre las viviendas, las fachadas, comercios con carteles, los pizarrones, que son muy lindos, lo que da una mirada histórica también humana”, subraya el curador. Encuentra que la mirada del dibujante es “muy cálida, muy amorosa con lo que está viendo. Uno se da cuenta, además de ver muchas obras –hace 25 años que trabajo en esto–, cuando un artista trabajó con amor y le puso su espíritu, o cuando trabajó por plata o por inercia, o por hacer un ejercicio. Y en este caso hay mucho corazón ahí metido”.
Fossey se instaló en la década de 1930 en Uruguay y participó en diferentes medios, como los periódicos El Día y El Plata y la revista Mundo Uruguayo. Aceptó encargos del Banco República, el Museo Histórico Nacional, el Palacio Legislativo, el hospital Maciel, así como museos municipales y la Casa de la Cultura del Prado, donde fue profesor hasta sus últimos años. El ilustrador también recorrió el país por su oficio, enviado por la Comisión Nacional de Turismo a plasmar paisajes de varios departamentos, publicó libros y retrató figuras de la historia local.
A través de su selección, Torterolo busca poner en relieve una mirada sobre lo que pasa con la ciudad. “Las casas que pinta, que son del 900, de 1920, 1930, son las que hoy están demoliendo, y hay algunos vecinos tratando de detener eso, señalar y generar una masa crítica, una sensibilidad sobre la demolición de nuestro patrimonio arquitectónico, que es bellísimo”, afirma, al tiempo que lamenta la actual sustitución de esas edificiones por ejemplos desangelados de arquitectura.
Pero Torterolo no se limita a reunir dibujos de Fossey, sino que, seguramente producto de su pasaje por la Facultad de Humanidades, los pone en diálogo con textos del filósofo alemán Martin Heidegger: Construir, habitar, pensar, un artículo que puede ser leído como un poema. Fechado en 1951, “en su momento quiso ser un aporte conceptual a la reconstrucción de Alemania después de la Segunda Guerra Mundial”. Dice un fragmento: “Construir y pensar, cada uno a su manera, son siempre ineludibles para el habitar./ Pero al mismo tiempo serán insuficientes para el habitar/ mientras cada uno lleve lo suyo por separado en lugar de escucharse el uno/ al otro./ Llevarán a cabo esto cuando construyan desde el habitar/ y piensen para el habitar”.
Aparte de que Heidegger es su filósofo de cabecera, por llamarlo de algún modo, Torterolo eligió extractos que “no tienen jerga académica” para utilizarlos en sala y proyectar esas palabras, para que el visitante reflexione sobre lo que aspira para la ciudad. Lejos de que Heidegger, como le advirtió un amigo, corriera el riesgo de “aplastar” a Fossey, cree que, para quienes se detengan a leer, lo complementa.
Para colectivos como Croquiseros Urbanos, “una barra de dibujantes, muchos vinculados a la arquitectura, Fossey es una especie de gurú y sus libros son de culto”, señala el responsable de la muestra, mientras que en el campo del arte, también de acuerdo al curador, nunca le prestaron atención. Torterolo agrega un dato curioso a la figura del artista que adoptó Montevideo: no se encuentran fotografías nítidas que lo recuerden, no se conoce su rostro.
Esos dibujos tienen alma y su alma se alegra de que vean la luz. Montevideo en la mirada de Pierre Fossey puede visitarse en el museo Cabildo (Juan Carlos Gómez 1362 y Sarandí) de lunes a viernes de 11.00 a 17.45, y sábados hasta las 17.00.
Recorrida y reconocimiento de flora en el parque Rodó
Una propuesta para disfrutar del entorno natural y aprender sobre biodiversidad urbana tendrá lugar el sábado, 9 de agosto, de 13.00 a 15.00, en el parque Rodó. Se realizará una recorrida guiada con reconocimiento de flora. La dinámica estará a cargo de especialistas del Museo Nacional de Historia Natural, quienes compartirán información sobre las especies que habitan el parque, su valor ambiental y la importancia de su conservación.
El punto de encuentro será la Casita de la Comisión de Vecinos del Parque Rodó, ubicada en la senda de la Fuente de Andalucía. La propuesta es abierta a todo público y no requiere inscripción previa.
De la iglesia a la bodega en Cerrito y Capurro
Este mes los paseos por el día de Descubrí Montevideo hacen la ruta de invierno, que combina vino, paisaje y patrimonio en forma de visitas guiadas, recorridas por bodegas, almuerzos y degustaciones. Hay 40 cupos por paseo y siempre salen a las 10.30 desde Santiago de Chile y Constituyente, en cuatro fechas: sábados 16 y 30 con el circuito Iglesia del Cerrito, bodegas Santa Rosa y Dardanelli, y domingos 17 y 31 pasando por el proyecto Capurro Textil y las bodegas Fallabrino y Spinoglio.
Las entradas se pueden comprar desde el miércoles 6 de agosto a las 12.00 por Tickantel, Redpagos y Abitab.
Teoría y práctica paisajística
La charla “Reinvención e inspiración de los jardines botánicos del siglo XXI”, dictada por el arquitecto Fernando Britos, se llevará a cabo el sábado 9 de agosto a las 9.30 en el Salón del Jardín Botánico (19 de Abril 1181). Tiene un costo general de 400 pesos y, como los cupos son limitados, hay que inscribirse al Whatsapp 095 381 086.
Ciudadanas de a pie
El tour Indómitas (@indomitas.historiauy en Instagram) correspondiente a agosto pasará a pie por el Centro de Montevideo, descubriendo semblanzas de mujeres destacadas: Melchora Cuenca y Josefa Oribe, Julia Arévalo, Paulina Luisi, África de las Heras, hablando además de las transformaciones sexoafectivas en los años 60, del primer desnudo feminista, pero también recordando a Elena Quinteros y Lágrima Ríos. La cita es el domingo 17 de agosto a las 14.00 en la plaza Independencia. El recorrido dura cerca de dos horas y media.
Un palacio y un mirador
El Salvo a la noche es un tour que promocionan por su vista nocturna de la ciudad, pero por supuesto que vale la pena desde el propio edificio, un ícono que merece ser conocido por dentro. El recorrido pasa por los pisos más destacados, luego se invita a brindar en el museo del tango y termina en el mirador. Los próximos están programados para los viernes 8 y 29 de agosto a las 18.30. Para reservar lugar: 097 734 525.