Con La mujer infiel (1969), de Claude Chabrol, uno de los fundadores más irreverentes de la nouvelle vague, y Mi noche con Maud (1969), de un maestro de la cinematografía contemporánea, como es Éric Rohmer, el Auditorio Nelly Goitiño del SODRE (18 de Julio 930) continúa con su ciclo de los lunes, en la sala Héctor Tosar, con proyección de nuevas copias digitales restauradas.

La mujer infiel (lunes 6 a las 18.00; con Stéphane Audran y Maurice Ronet) es uno de los mayores films de Chabrol. Esta versión libre de Madame Bovary (1857) comienza con una infidelidad que deriva en una tragedia y que habilita un logrado análisis de las prácticas sociales de la burguesía, entre la intriga, el melodrama, la crónica social y un sustancial tratamiento de los personajes, que la ubica entre las películas más interesantes de la década, de la que en 2002 se hizo una remake estadounidense con Richard Gere y Diana Lane (Unfaithful).

Dos horas después será el turno de Mi noche con Maud (con Jean-Louis Trintignant, Françoise Fabian, Marie-Christine Barrault y Antoine Vitez), dirigida por el único cineasta al que François Truffaut reconoció como la eminencia gris de la nueva ola. Esta estupenda comedia sobre las relaciones humanas fue la tercera entrega de la serie Seis cuentos morales, estuvo nominada al Oscar como Mejor película extranjera y supuso el reconocimiento internacional para Rohmer, quien se convirtió en uno de los referentes del siglo XX. En este largometraje, la historia presenta a un joven ingeniero y devoto católico que acaba de llegar del extranjero y durante una misa se detiene en una mujer rubia a quien decide conquistar. Por casualidad, un amigo lo invita a cenar y allí coincide con otra mujer, con quien mantiene cierta seducción, entre largas conversaciones sobre el matrimonio, la moral y la religión, pero el coqueteo se limita a la conversación. Al día siguiente, el ingeniero decide actuar, habla con la mujer rubia y al tiempo le propone casamiento, pero ella lo rechaza, lo que da pie a un enfoque filosófico sobre la búsqueda y los vínculos. Según algunos críticos, se trata de una de las obras más significativas dentro del movimiento de la nouvelle vague.