Joventango es una institución sin fines de lucro que fue creada en 1977 y tiene como misión “estudiar, cultivar y promocionar el arte de este género musical que identifica a las ciudades del Río de la Plata”, según consigna en su sitio web. Tiene su sede desde hace 20 años en el Mercado de la Abundancia, ahora rebautizado Mercado del Inmigrante, luego de que la Intendencia de Montevideo (IM) diera ese espacio en licitación a una empresa privada llamada Pecoril SA –según el decreto de adjudicación de la IM, la inversión prevista por la empresa asciende a la suma de 4.700.000 dólares–.

Así las cosas, Juan Rubinstein, presidente de Joventango, señaló a la diaria que “en cualquier momento” les pueden “dar el desalojo” y, por lo tanto, tienen que buscar otro lugar. “Es evidente que si está otorgada la licitación, no tenemos otra. Lo que buscamos es un apoyo, una ayuda de los organismos públicos, de la IM o de cualquier otro, para subsistir, porque el problema que tenemos nosotros es a dónde vamos, qué hacemos con las cosas, con el tango y las actividades que tenemos”, sostuvo.

Rubinstein aseguró que tenían un convenio con la IM por el que depositaban 17 UR mensuales en una cuenta para “ir arreglando” el lugar y dejar el resto “para hacer reformas”. Cuenta que ahora desde la empresa que ganó la licitación les dijeron que tenían dos opciones: quedarse en el lugar “con una oficinita” y buscar otro espacio fuera del Mercado para hacer las actividades –clases, milongas, café concert, etcétera– o comprar el espacio que necesitan. “Para eso nos pedían 4.500 dólares el metro cuadrado, y necesitamos 200 metros, o sea que tendríamos que gastar 900.000 dólares para tener un espacio dentro del Mercado; pero ninguna de las dos opciones es viable”, señaló.

Rubinstein subrayó que no están “en contra de nadie” ni se quejan “de nadie”, sino que simplemente solicitan la colaboración de la IM para que les habilite “una de las casas” que son propiedad de la comuna capitalina o de “cualquier otro organismo público”. “Lo que guardaríamos de alquiler lo gastaríamos en la reforma. Esa es la idea que tenemos, pero por ahora no nos dan pelota. Dicen que no tienen casa, pero estamos tratando de destrabar esa situación para ver si, de alguna manera, se puede conseguir. Sabemos que hay otras instituciones a las que le han dado lugares donde estar. Nosotros pretendemos, al ser una institución cultural sin fines de lucro y ser los referentes del tango, tener un espacio para seguir desarrollando todas nuestras actividades, porque Joventango es importante para la cultura uruguaya”, sostuvo. Por último, indicó que hoy habrá una asamblea de socios y no socios de la institución –en el Mercado del Inmigrante–, en la que defenderán su posición y verán qué decisión toman. A su vez, una fuente de la IM dijo a la diaria que desde la comuna ya le ofrecieron “algún lugar alternativo” a Joventango, por si no llegan a arreglar con la empresa que obtuvo la licitación.

“Un error”

Por otro lado, el crítico, escritor e investigador de tango Álvaro Ojeda dijo a la diaria que desde la década de 1980 Joventango significó una aproximación a un tango diferente “al tradicional que se pasa en radio Clarín”, y que por ese lado “ya es un aporte brutal” el que ha hecho, porque además “la gente que trabajaba allí te metía todo el tango nuevo en la cabeza con una gran rigurosidad”. También recordó que la institución produjo varios discos, como Somos los ilusos (1986), de Gustavo Nocetti, que es uno de los “más importantes”, con “una visión nueva del tango” que “abrió mucho el panorama”. Además, recordó los concursos de poesía lunfarda y ciudadana, con jurados como Sebastián Piana y Enrique Estrázulas, las audiciones radiales y, sobre todo, los festivales de tango. “Yo pude ver a [Osvaldo] Pugliese y a [Horacio] Salgan, ya viejitos, pero eran de los capos que quedaban vivos, y conocí a una cantidad de músicos argentinos que vinieron acá gracias a Joventango”, agregó.

“La opinión que tengo de Joventango es la mejor. Yo no conozco las disputas internas, que como en todas las instituciones ocurren, pero desde el punto de vista de la divulgación del tango y de la incorporación del tango nuevo, es una pérdida. Le han dado una mano a cada institución... se les podría dar alguna mano y colocarlos en algún lugar”, señaló Ojeda. Agregó que es “un error” no apoyar a Joventango, y que en una situación tan “anquilosada” como la del tango, que entre “ese aire fresco y que después se pierda el lugar donde se vincule con la gente es muy grave”.