Hace unos años alguien se preguntaba por qué la fotografía siempre se debatía entre el arte y el periodismo, y en qué medida algo tan fácil como sacar una foto terminaba modificando nuestra relación con la memoria y el presente. Estas interrogantes de Susan Sontag vuelven a amplificar sus sentidos cuando nos enfrentamos a una muestra como Testigo de la cultura física. Archivo Fotográfico de la Comisión Nacional de Educación Física (1914 - 1958), una maravillosa exposición, inaugurada hace unos días en la Fotogalería del Prado, que se convierte en crónica-retrato de un mundo.
Esta comisión de educación física se creó en 1911 (impulsada por José Batlle y Ordóñez en 1906), entendiendo que la actividad física y el deporte no sólo eran una práctica saludable, sino también un modo de integración entre tantos inmigrantes que habían llegado al país. El Centro de Fotografía cuenta que la comisión organizó, reguló y documentó la actividad deportiva a nivel público, y así generó un impactante archivo de unas 20.000 fotografías que motivaron esta muestra.
Estas reveladoras fotografías nos muestran otros usos del espacio público (competencias de saltos en la bahía de Montevideo, pruebas de nado en el puerto y en la piscina de Trouville, ejercicios en los clubes y las plazas de deportes, el parque Rodó, la playa Capurro y Pocitos), y magníficos retratos de salto con garrocha, gimnasia con bastones, exámenes médicos de aptitud física, clases de remo, boxeo, corte y confección, carreras de atletismo, llamativas clases de calistenia, ejercicios de gimnasia con bastones, partidos femeninos de tenis, pruebas de patín, exámenes dentales y clases de cepillado, y pequeños hallazgos, como el retrato de Batlle y Ordóñez y Baltasar Brum durante la final de la primera Copa América, entre Uruguay y Argentina, el 14 de octubre de 1917.