Este año particularmente complejo, que reclama revisiones urgentes, cuenta con pequeños espacios que combaten la vorágine inmediata del presente, la conquista de un modelo que mina las identidades y los vínculos. Como repetía Eric Hobsbawm, los historiadores son “la primera línea de defensa contra el avance de mitos peligrosos”, y Gabriel Quirici es parte de los historiadores que recuerdan aquello que muchos proponen olvidar.

Mañana a las 19.00 el docente e investigador comenzará un ciclo de seis encuentros semanales por Zoom, organizados por la Fundación Vivian Trías ([email protected]; 091325870). Durante dos horas, cada miércoles de octubre y noviembre se abordarán desafíos y problemas de la historia uruguaya del siglo XX en torno a distintos ejes: reformismos y avances en la agenda de derechos, impulsos y frenos de la economía local, golpes y dictaduras, utopías y resistencia, democracia, integración y crisis.

Entre movimientos rurales y obreros, y el lugar creciente de las mujeres en la política

El historiador adelantó a la diaria que se propone explorar el comienzo de siglo no desde la vertiente más tradicional y política, como pueden ser las presidencias y el contexto del primer gobierno de José Batlle y Ordoñez (“que después se verá como uno de los reformismos y momentos de avance en la agenda de derechos, junto al gobierno de mediados de siglo”), sino centrarse en los movimientos sociales del momento.

En ese entonces, plantea, la sociedad uruguaya, que estaba en el entorno de un millón de habitantes, vivía múltiples dinamismos. Por un lado, “un importantísimo movimiento social rural, que más allá de la reivindicación puntual de Aparicio Saravia, expresa una parte importante de la sociedad que había sido postergada por el modelo agroexportador”, y, por otro, “un creciente movimiento obrero de un país que está dando sus primeros pasos en la industrialización”, sobre todo, apunta el docente, por su veta anarquista (en 1905, por ejemplo, se creó la Federación Obrera Regional Uruguaya). En paralelo a la “militancia de mujeres y su movimiento en política cada vez más creciente, que se vinculó a este dinamismo, y a la ya consolidada tradición de la educación pública uruguaya.” En esa línea, recuerda el surgimiento de pioneras como Paulina Luisi, que en 1908 se convirtió en la primera médica uruguaya, y que, poco después, en una conferencia en el Sindicato Médico, ironizó sobre su lugar en el medio: “En este país, que sin embargo es el mío, carezco de la autoridad requerida para hablar de asuntos serios, científicos o sociales, porque la pícara naturaleza no me concedió el privilegio de pertenecer al sexo masculino”.

Todo esto, para Quirici, ofrece un panorama mucho más explicativo del avance en la agenda de derechos que sólo el que aportaría el abordaje del batllismo. Al mismo tiempo, señala que esta sociedad en movimiento tiene dos expresiones de cultura popular muy originales, el carnaval y el fútbol, “que expresan otras cuestiones vinculadas a las lógicas de los barrios, la fiesta, la música, los concursos, la crítica política. Y la plebeyización y democratización del deporte en el marco del higienismo y todo un movimiento modernista del deporte, con el rasgo particular de que en Uruguay comenzaron a jugarlo todas las clases sociales y, muy rápidamente” y se extendió a todo el país. Un rasgo que, para el historiador, explica la fuerte identidad que existe entre la cultura uruguaya y el fútbol.

En el transcurso de estas transformaciones, advierte que los movimientos sociales “no estaban ligados al Estado”, de modo que este aspecto también se vuelve interesante para rastrear el origen de la historia del siglo XX y sus particularidades frente a la región.

La recuperación democrática

Quirici se propone observar la última parte del siglo XX a partir de tres claves: democracia, integración y crisis, ya que se comenzarán a vivir los años de mayor duración de las instituciones democráticas en el país, “más allá de los diferentes gobiernos y sus alternancias”. Quirici está convencido de que la recuperación democrática es un valor en sí mismo, que se debe analizar “con sus luces y sombras en el tema de los derechos humanos, y también con sus avances y retrocesos en los intentos de reformas, sobre todo económicas y estructurales, de corte neoliberal, que fueron frenadas democráticamente por los plebiscitos”.

Al mismo tiempo, en ese momento se comienza a consolidar la integración regional, “un aspecto que a lo largo del siglo XX parece ser una carencia de la economía uruguaya, de los modelos de desarrollo ensayados (que siempre fueron hacia adentro o hacia afuera pero se vincularon poco a la región)”. En ese rumbo, cree que la creación del Mercosur fue un paso muy importante, pero, dentro del “marco de estrategia de crecimiento basada en la estructura comercial y la plaza financiera”, considera que la “integración regional también terminó siendo una trampa que culminó en la crisis de 2002. Así que también analizaremos cómo, pese a esa enorme crisis, se pudo mantener la democracia, y el siglo se cerró con un giro muy interesante, que fue el vuelco electoral. Recuperando, en cierta medida, una nueva etapa de agenda de derechos y de transformaciones en clave republicana, pero con integración”.

Agenda

Los seis encuentros abordarán diversos subtemas:

Movimientos sociales y cultura popular del 900. Movilización rural. Feminismos. Socialistas y comunistas. Fútbol y carnaval.

Reformismos y avances en la agenda de derechos. La legislación social del primer batllismo. El Estado “escudo de los débiles”. La extensión de la democracia. El Uruguay hacia los años 50: Consejos de Salarios y reforma universitaria. Intelectuales, conciencia crítica y creación.

Impulsos y frenos de la economía uruguaya. Del modelo agroexportador a la crisis del 29. Industrialismo, prosperidad y agotamiento. El largo estancamiento y la Comisión de Inversiones y Desarrollo Económico (CIDE). El ajuste autoritario y la “tablita”.

Las derechas, golpes y dictaduras. El nacimiento del bloque conservador. El golpe de Gabriel Terra, el apoyo de Luis Alberto de Herrera y el Comité de Vigilancia Económica. Orígenes del ruralismo. La derecha social en la Guerra Fría. 1973 y la dictadura de seguridad nacional.

Izquierdas, diversidad, utopías y resistencia. Del réquiem a la unidad. El Congreso del Pueblo. Iglesias y cambio social. La discusión sobre la lucha armada. La creación del Frente Amplio (FA).

Democracia, integración y crisis. Transición y negociación. Derechos humanos y Mercosur. Reformas neoliberales a medias. FA: ruptura y actualización. Balotaje y crisis de 2002.