El guitarrista y compositor Neil Young retiró los cargos que había presentado contra la campaña de Trump en forma voluntaria y permanente, según informa The Guardian. Se especula con un arreglo fuera de la corte entre los representantes del presidente de Estados Unidos y los del músico, pero ninguna de las partes se refirió a ello.
La demanda había sido presentada en agosto, después de que un acto de Trump en Tulsa utilizara los temas “Rockin' in the Free World” y “Devil's Sidewalk”. Allí se señalaba que el canadiense de 75 años “no puede permitir que su música sea utilizada como cortina musical de una campaña divisiva y antinorteamericana de ignorancia y odio”.
El supuesto uso sin permiso de “Rockin' in the Free World” se arrastraba desde 2015, aunque los representantes de Trump alegaron que tenían licencia para reproducirla y en 2016 Young pareció estar de acuerdo. Luego de señalar que no tenía “nada contra Trump”, había agregado: “Tiene licencia para usarla. Digo que la tiene y le creo... Pero si el artista que la hizo está diciendo que nunca hablaron con él, si eso significa algo para ti, probablemente dejes de pasarla. Y significó algo para Donald y dejó de hacerlo”.
Como la zorra de la fábula, Trump dijo que de todos modos no le gustaba, pero volvió a utilizarla en la campaña por la reelección de 2020. Para entonces el músico ya se había convertido en un crítico público del presidente.