Hernán Casciari lleva un largo camino apostando por la autogestión y la financiación colectiva, que incluye la publicación de la revista Orsai. Ahora, el autor argentino anunció a sus seguidores “una novedad importante”. “Uno de los primeros grandes proyectos de la nueva etapa de Orsai es desarrollar narrativas. Y entre ellas, las audiovisuales”.

Orsai comenzará a hacer cine y el debut será con la adaptación de la novela La uruguaya, del también argentino Pedro Mairal. “Le compramos a Pedro los derechos de La uruguaya para hacer la primera película de Orsai Audiovisuales y probar un nuevo método de financiación y de creación de contenidos. Nuestro objetivo es replicar el sistema autogestivo de la revista Orsai, pero esta vez haciendo cine sin nadie en el medio”.

La preproducción comenzará en marzo y estará financiada íntegramente por aquellos socios de la Comunidad Orsai que deseen participar. “Además de recibir los dividendos desde el estreno, van a tomar decisiones creativas sobre la película: desde la elección de los actores y las actrices (en unos castings por voto directo), hasta espiar las reuniones de guion y votar cambios en la trama, o hacer focus group de ensayos con actores, participar como extras...”, explicó.

El costo total será de 600.000 dólares y el 1° de enero de 2021 se pondrán a disposición 6.000 bonos de 100 dólares cada uno. Quienes compren entre 1 y 200 serán productores asociados y comenzarán “un viaje inolvidable de un año de duración” hasta el estreno el 28 de diciembre de 2021 a las 19.00 en el cine de la ciudad argentina de Mercedes, donde nació Casciari.

Todo el dinero recaudado se repartirá íntegro entre los productores asociados. “La idea es esa: cagarnos de risa un año entero y construir dos historias: una que se emitirá a finales de 2021 en las pantallas de todo el mundo; y la otra es la de trabajar entre amigos, la de invertir en cosas que nos den placer, la de hacer con nuestras vidas algo hermoso. Que las dos películas sean inolvidables va a depender, únicamente, de nosotros”, dice Casciari.

Sobre La uruguaya

Lucas es un escritor que, en medio de una crisis de pareja y en la época del dólar blue, viaja a Montevideo para buscar dinero. Allí se enamora de Magalí, la uruguaya del título. Según escribía Débora Quiring en ocasión del premio Tigre Juan recibido por Mairal en España, se intuye “un posible ejercicio narrativo de ir construyendo lo uruguayo para los argentinos, como un mundo propio pero desplazado y fuera de foco. Replica el ejercicio en la Buenos Aires del regreso, pero lo hace desde la desazón que generan nuevas percepciones de calles, bares y lugares compartidos”.

En otra conversación Mairal hablaba de este ejercicio. “Los porteños cruzamos a Uruguay como si fuera parte del país, y en general venimos de vacaciones; eso nos predispone de otro modo, lo vemos con cierta ingenuidad. Y, de golpe, el personaje encuentra un lado áspero. Sabía que cuanto más idealizado fuera el personaje de la chica, y más idealizado estuviera Montevideo, más difícil sería el choque con la realidad. Es un intento de demostrar cómo funciona Uruguay en el imaginario de un argentino, y esa idea de 'la uruguaya'. Recién cuando venía en Buquebus pensaba en el nombre del Río de la Plata: como si fuera el río de la teca. De entrada, está ese río entre los países, vinculado con lo económico, y funciona como una especie de conversor. Quería que Lucas estuviera en esa dimensión. Claramente, él no sabe lo que está haciendo, y creo que desde el comienzo se percibe que está cargado de vulnerabilidad”.