Una de las librerías de usados más populares de Montevideo, la Librería Cooperativa del Cordón, está en proceso de cierre. “Desde 2009 las ventas venían en bajada, y ya no conseguíamos ni empatar”, dijo Luis Ortiz, conocido como Pipo entre los clientes de la librería que está en Tristán Narvaja 1728 y Paysandú, al lado de la también notoria librería Ruben.

Este año decidieron no seguir, ya que las deudas se acumulaban. “No va más, lamentablemente”, dijo Pipo, confiado en que el ritmo de ventas repunte, ya que están liquidando sus existencias (unos 60.000 volúmenes) a 50% de su valor. La oferta continuará hasta fines de abril, aunque es bueno saber –especialmente en época de comienzo de clases– que no incluye libros de texto ni libros técnicos.

El esfuerzo de sostener la librería recae en sus empleados, ya que desde 1995 funciona en forma cooperativa. Ese año, los dueños tuvieron una diferencia y los trabajadores usaron el dinero de sus despidos para asumir colectivamente la dirección del negocio. Cuando las cosas empezaron a ir mal, en 2002, decidieron resignar aguinaldos y salarios vacacionales, entre otros sacrificios no tan inusuales en el mundo cooperativo. Los unía, además de la necesidad de mantener la fuente laboral, la pasión por el oficio: “Somos todos lectores; no recomendamos por contratapas sino porque conocemos”, agregó Pipo.