“Se desenredan bien el pelo y prestan atención”. Así empieza el tutorial de trenzas que la colombiana Sandra Suárez subió a la red social Tik Tok. En 52 segundos entrelaza dos ramales capilares de dos tonos mientras cuenta la historia de un soldado. En 2016 “lo despertaron y lo llevaron a abrazar un árbol que tenía púas”. Luego pasó por la tortura y fue violado detrás de los baños. Cuando denuncia lo ocurrido a sus superiores lo internan en una clínica. El recluta presenta el tema en Fiscalía, donde el Ministerio de Defensa alega que el denunciante padece problemas mentales. “Tiene 23 años y aún espera justicia. No ha podido hacer nada con su vida”. Esas palabras finales están acompañadas por el gesto de mover la cabeza de un lado a otro, con lentitud de modelo, para que todos puedan apreciar que su pelo quedó perfectamente trenzado.

“Alégrate el día” es el eslogan de Tik Tok, una plataforma lanzada en China en 2016, el mismo año de las torturas al soldado colombiano. Fue presentada en Occidente algunos meses después. Más de 500 millones de usuarios la usan en todo el mundo para mostrar videos de un máximo de un minuto. Comparten canciones, danzas y absurdos desafíos. A pesar de que en 2019 intentó incluir algún tipo de contenido educativo. Tik Tok es, en su conjunto, una masiva instalación involuntaria de arte conceptual sobre nuestro lado más tonto.

De ese “fuera de lugar” se valió Suárez para situar, en tierra ignota, su tutorial con todo lo que hay que saber para hacer un perfecto par de trenzas.

Sandra Suárez también forma parte de la serie en formato podcast El problema fundamental, de la compañía bogotana Teatro Petra. Ahí, junto con Fabio Rubiano, habla sobre su oficio. De asuntos actuales (como las dificultades de sobrevivir a las cuarentenas), de obras específicas (es francamente excepcional su capítulo sobre Romeo y Julieta, de William Shakespeare, 1597) o de la historia de una rama del arte que siempre ha tenido que soportar la hostilidad del poder civil y el temor del poder eclesial. Los curiosos pueden buscarlo en Spotify o en la red social de su preferencia. En Twitter no hay cómo perderse: la dirección es @TeatroPetra.

El estilo vivaz, fresco y profundo revela la creatividad del par protagónico y del equipo que lo apoya. No debería extrañar a nadie, ya que Rubiano (con cuatro premios nacionales de dramaturgia a sus espaldas) es quien escribió y dirigió Labio de liebre (2015), una de las obras esenciales del teatro colombiano contemporáneo. En Uruguay se la vio en 2018 en una versión de la Comedia Nacional, con dirección de Lucio Hernández.

Si entre 1597 y 1600 se prohibió el teatro en España y esa prohibición sirvió para que pudiera florecer en América (como nos recuerda Rubiano en uno de los capítulos de El problema fundamental), no sería raro que las prohibiciones solapadas que se están ejecutando hoy, con la excusa de la pandemia, sirvieran para fortalecer (por vías no tradicionales) el vínculo del teatro y su público.