Waldermar Cachila Silva, histórico y fundamental referente del candombe y la cultura popular montevideana, falleció el domingo a los 73 años por complicaciones de covid-19. “Cachila representa el sentimiento candombero del Barrio Sur, del Conventillo del Medio Mundo en el que nació, y de la cultura uruguaya, a la que representó a nivel nacional e internacional con las comparsas Morenada y C1080, esta última en calidad de director responsable desde su fundación, en 1999”, dice DAECPU (Directores Asociados de Espectáculos Carnavalescos Populares del Uruguay) en la nota de despedida con la que se confirmó la noticia.
Precisamente en homenaje al conventillo Medio Mundo, histórico enclave del candombe montevideano, ubicado en Barrio Sur, en Cuareim 1080, fue que Silva bautizó a la comparsa que fundó a fines de la década de 1990. Antes, y durante muchos años, había sido parte de la legendaria Morenada, con la que ganó 10 de los 11 primeros premios que obtuvo la agrupación. Con C1080 se llevaría los primeros premios de Carnaval en 2003, 2004, 2005, 2015 y 2016, además de nueve coronas en el Desfile de Llamadas.
En 2019, Cachila Silva fue distinguido como Figura de Oro, en reconocimiento a su trayectoria en la fiesta popular de febrero. “Su legado, además de las evidentes referencias a uno de los tres toques madres del candombe, tiene una enorme trascendencia social, a través de la Asociación Cultural que lleva el nombre de su comparsa, con la que desarrolló importantísimas tareas asistenciales a poblaciones vulnerables, así como de mantenimiento de la memoria de su barrio y sus figuras”, agrega el texto de DAECPU.
Silva, que integró la Comisión Directiva de dicha asociación, nació en 1947 en el Medio Mundo, y durante toda su vida estuvo vinculado al barrio y a las actividades culturales y sociales de la comunidad a la que pertenecía. La noticia de su muerte fue recibida con expresiones de dolor y solidaridad por los más diversos representantes de la sociedad uruguaya, y tanto su sepelio, realizado ayer en el Cementerio del Buceo, como el recorrido previo desde Barrio Sur, fueron acompañados por numeroso público y por los tambores que siempre rodearon su vida.