La actriz española Verónica Forqué fue encontrada muerta este lunes en su domicilio de Madrid. Fuentes de la Policía Nacional confirmaron a La Vanguardia que la intérprete, de 66 años, se quitó la vida.

Forqué había sido una “chica Almodóvar” en tres películas: ¿Qué he hecho yo para merecer esto? (1984), Matador (1986) y Kika (1993). Precisamente la productora El Deseo, de Pedro Almodóvar y su hermano Agustín, expresó públicamente el dolor por la pérdida. “De toda la familia de El Deseo, nos gustaría enviar todo nuestro amor a la familia de Verónica en estos momentos tan dolorosos”, escribieron en su cuenta de Twitter. “El vacío que deja en nuestras vidas y nuestro cine es irrecuperable. Se ha ido una actriz extraordinaria y una persona insustituible con la que tuvimos el honor de trabajar y compartir vida. Buen viaje, Verónica. El Deseo siempre será tu casa”.

Antonio Banderas, quien compartió con ella el set de filmación de Matador , la despidió con una fotografía de ambos de jóvenes. “Adiós a Verónica Forqué. Trabajé hace años con ella y mi recuerdo es el de una mujer dulce, espiritual y buena compañera”, agregó.

Forqué había ganado cuatro premios Goya del cine español, un logro que sólo comparte con Carmen Maura. Estuvo a la orden de directores como Fernando Trueba, con quien filmó Sé infiel y no mires con quién (1985) y El año de las luces (1986), filme por el que obtuvo su primer Goya, como mejor actriz de reparto. En 1988 fue la primera actriz en ganarlo por partida doble, con La vida alegre (Fernando Colomo, 1987) como protagonista y con Moros y cristianos (Luis García Berlanga, 1987) como actriz de reparto. Recién en 2017 sería igualada por Emma Suárez. Su cuarto Goya fue por protagonizar la mencionada Kika.

Su carrera también brilló en televisión, con series que en ocasiones llegaron hasta los canales uruguayos, como Eva y Adán, agencia matrimonial (1990-1991), que protagonizó junto a Antonio Resines. En los últimos años se había volcado al teatro, luego de que mermaran las ofertas cinematográficas. “Es una realidad que cuando las actrices vamos cumpliendo años desaparecemos del cine. Hay muchos menos personajes interesantes que te puedan ofrecer. Es verdad que algo parece que está cambiando, sobre todo por la aparición de mujeres guionistas”, contó a El País de Madrid en 2019.

En esa misma charla reveló que había pasado “una depresión muy dura” en 2015. “Y la pasé en el escenario. Fue el teatro lo que me dio la vida. Eran las dos únicas horas del día en las que me olvidaba de todo. He sido más feliz en el escenario que fuera de él. El teatro te obliga a evadirte de tu propia realidad porque te exige una enorme concentración y eso es maravilloso. Es algo muy liberador”. También se sentía querida por el público: “Soy consciente de que la gente me quiere. Es algo que valoro mucho, que cuido porque es un precioso regalo. No soy una persona complicada y creo que tengo buen carácter. Es algo que he ido trabajando y eso la gente lo nota”.

Las últimas apariciones de Forqué habían sido en televisión, en la versión española del reality show de cocina MasterChef Celebrity, programa que decidió abandonar por cansancio. “La verdad, estoy regular. Necesito descansar. En la última prueba del cocinado por equipos me agoté. Yo no soy de tirar la toalla, pero esta vez hay que ser humilde y decir: 'No puedo más'”. Más tarde agregaría sobre este hecho: “Hay que ser coherente, procuro serlo, humilde, y si no puedo más no puedo más. Mi cuerpo y el universo me estaban diciendo ‘necesitas parar’”.