La famosa casa de subastas Christie’s está rematando su primera obra de arte digital: Everydays: The First 5.000 Days, un collage que el artista Mike Winkelmann, conocido como Beeple, compuso con 5.000 imágenes realizadas diariamente durante más de 13 años. Hasta el momento, la oferta ganadora es de tres millones de dólares, cifra similar a la que Beeple se embolsó el año pasado cuando vendió una veintena de trabajos en una plataforma especializada.

Las obras de esta clase son conocidas como “criptoarte” debido a que utilizan el blockchain, la misma tecnología que regula las transacciones en criptomonedas. Se trata de un libro contable compartido por muchas computadoras, que mantiene un registro de todas las transacciones realizadas y no puede ser alterado por una sola persona.

“El criptoarte es básicamente arte (no siempre digital), que recibe una firma única en el blockchain que confirma que es original y limitada en cantidad, al igual que las obras de arte originales y las impresiones fotográficas que han sido firmadas. Después se vende o subasta por criptomonedas y luego se transfiere al comprador, que queda en posesión de una obra de arte original totalmente única y verificada”, explicó la “criptoartista” Daniella Attfield a Beincrypto.

La seguridad está dada por una firma digital, exclusiva e indeleble, que permite identificar, verificar y rastrear el historial de la obra en el libro de contabilidad de internet. Esta tecnología se conoce como non-fungible token o NFT y puede aplicarse a toda clase de elementos, como un video de Lebron James haciendo una jugada espectacular en la NBA.

“A menudo los compradores adquieren obras de arte porque algunas de ellas aumentarán de valor en comparación con las monedas normales, que generalmente pierden valor con el tiempo”, agregó Attfield. El tiempo dirá si el criptoarte o las criptomonedas no son más que otra burbuja que explotará en el ciberespacio en un montón de ceros y unos.