Las salas de cine, como tantas instancias de la cultura y el entretenimiento, han sido fuertemente golpeadas por la pandemia. Dependiendo del país, estos establecimientos vieron su aforo reducido o les ordenaron cierres temporales, como volvió a ocurrir ahora en Uruguay. Y aun en aquellos lugares en donde bajó la cantidad de casos, el público continúa reticente a regresar.

La actividad de los grandes estudios de Hollywood puede tomarse como indicador del estado sanitario de un planeta entero, o al menos de aquellos mercados de los que dependen para recuperar los millones de dólares invertidos en sus películas.

Recordemos que el primer blockbuster cuyo estreno se vio postergado fue Sin tiempo para morir, la última cinta de James Bond, con Daniel Craig en el papel principal. Corría marzo de 2020 y se tomaba la decisión de atrasar siete meses el lanzamiento, de abril a noviembre. Para muchos la medida de Universal era descabellada, aunque uno a uno los demás estudios aceptaron la nueva realidad.

Varias medidas tomadas el año pasado fueron un cimbronazo para las salas y amenazaron con modificar la distribución de largometrajes a corto plazo. Primero fue cuando la mencionada Universal decidió terminar con el llamado “período ventana”, que es el tiempo que transcurre entre la llegada al cine y el alquiler hogareño (que a esta altura es digital). Trolls 2: gira mundial fue la primera película con estreno simultáneo, con lo que se ganó el odio de las salas.

No es extraño que los primeros films en adoptar este formato fueran los infantiles. El precio de un alquiler premium era de 20 dólares o más, por lo que el público más dispuesto a abonarlo eran las familias con niños, que gastan más dinero en una salida al cine. Sin mencionar que estábamos en medio de una pandemia. Algunos títulos llegaron a nuestro país para consumo hogareño antes que en cine, como ocurrió con ¡Scooby!.

En agosto, Disney anunció el lanzamiento de una nueva forma de distribución bautizada Premier Access, en donde los suscriptores de Disney+ pueden agregar a su catálogo películas que acaban de llegar al cine, mediante un pago extra, semanas antes de que llegue para todos. Comenzaron con Mulan y luego hicieron lo propio con Raya y el último dragón, que inauguró el sistema para el público latinoamericano.

El último gran golpe dado por los estudios en 2020 fue de Warner Bros., que en diciembre anunció que todos sus estrenos del año que corre llegarían el mismo día y durante un mes a su plataforma HBO Max. Pero además lo harían sin ningún costo, más allá de la suscripción. Eso incluye títulos pensados para romper la taquilla, como la nueva adaptación de Duna, Godzilla vs. Kong o Matrix 4.

La nueva anormalidad

La vacunación contra el coronavirus ya comenzó, pero el regreso a viejas prácticas demorará un buen tiempo, por lo que Disney volvió a tomar medidas en las últimas horas con respecto al lanzamiento de sus películas.

Viuda Negra, la más reciente película del Universo Cinematográfico Marvel, debió llegar a las salas en mayo de 2020. Se pospuso en varias ocasiones, esperando la oportunidad de tener un estreno “convencional”, exclusivamente en salas de cine. Sin embargo, en las últimas horas se anunció que será la primera película de Marvel en utilizar el Premier Access de Disney+.

Foto del artículo 'Estrenos en salas de cine: Disney resigna 2021, Warner se normaliza en 2022'

En julio de 2021, cuando finalmente llegue el film protagonizado por Scarlett Johansson, podrá verse el mismo día pagando una cifra que en Estados Unidos ronda los 30 dólares y en América Latina los 17 dólares.

Hay un detalle que no es menor y que los exhibidores tienen muy claro. El dinero de la taquilla se divide entre los estudios y las salas de cine, mientras que en el alquiler digital sin intermediario (es decir, que se abona dentro de una aplicación propia) 100% de las ganancias es de Disney.

Antes de eso, en mayo, ocurrirá lo mismo con Cruella, la historia que reimagina la juventud de la villana de 101 dálmatas. Otros títulos sufrieron modificaciones en la fecha de estreno, como Shang-Chi y la leyenda de los diez anillos. El personaje de Marvel recién llegará en setiembre, en principio con una exhibición convencional.

Y así como Soul cambió el lanzamiento común por uno digital, otra película de Pixar correrá con la misma suerte: Luca, sobre dos monstruos acuáticos que vacacionan en la riviera italiana, debutará en Disney+ en junio, sin costos adicionales.

Entre tantas noticias que apuntan al consumo hogareño (y a fidelizar al público de las plataformas de streaming) se coló una noticia que va en la dirección opuesta. Deadline informó que Warner Bros. regresará en 2022 a un sistema con “período ventana”, en el que sus títulos estarán en las salas de cine durante 45 días antes de quedar disponibles en formatos de video a demanda.

Hay un par de aspectos a tener en cuenta: el primero es que el acuerdo es con una sola cadena de exhibición, aunque se espera que esto se replique con el resto de las salas. El otro dato importante es que antes de la pandemia, el período de exclusividad solía ser de 90 días.

Sin tiempo para morir, mientras tanto, sigue sin tiempo para estrenar. La última fecha tentativa que se ha manejado es octubre.