La organización de abogados activistas Cubalex, dedicada a la defensa de los derechos humanos en Cuba, informó que el rapero Maykel Castillo se encuentra en prisión provisional en La Habana por los delitos de “desobediencia, resistencia y desacato”.
Castillo, también conocido como Maykel Osorbo, es cointérprete de la canción “Patria y vida”, cuyo videoclip tiene más de cinco millones de reproducciones en Youtube. El título del tema es una expresión que se corea en manifestaciones disidentes, tanto fuera como dentro de la isla, en contraposición a la famosa expresión de Fidel Castro, “Patria o muerte”.
Días atrás, el Tribunal Provincial Popular de La Habana había negado el recurso de hábeas corpus presentado por los representantes legales de Castillo. Según tuiteó la mencionada organización de abogados, el músico de 37 años “fue sacado de su casa el 18 de mayo, sin zapatos ni camisa, mientras almorzaba. Desde entonces ha estado en paradero desconocido”.
“Cuando otras personas han llegado hasta las delegaciones de policía para interesarse por él, las autoridades han negado información sobre este, alegando que no se encuentran sus datos en el sistema. El Tribunal niega el actual paradero del activista. Maykel Osorbo se encuentra desaparecido”, agregaron quienes mantienen la cuenta de Instagram del rapero.
El resto de los intérpretes de “Patria y vida” son El Funky, Yotuel, Gente de Zona y Descemer Bueno. De ellos, sólo Eliécer Márquez Duany, El Funky, reside en Cuba, y se informó que las autoridades lo sometieron a prisión domiciliaria.
Movimiento San Isidro
En abril, decenas de personas habían impedido el arresto de Osorbo luego de que la Policía le pidiera la identificación. “A mí me quitaron el carnet de identidad, me han dicho que para personas como yo no hay carnet y, como no tengo identificación, cada vez que me lo pide la Policía, me llevan preso”, contó en su momento a BBC.
“Yo no quería que me esposaran, porque ya el día anterior también me habían esposado, me dieron mucho golpe y luego me soltaron en un parque como si no hubiera pasado nada”, agregó. “Me esposaron una mano, pero no lograron esposar la otra. Ahí empezó a salir pueblo para la calle e impidieron que me arrestaran. Cada vez que me venían para arriba, la gente se metía en el medio y les gritaba para que me dejaran. El pueblo fue el que me defendió. Le decían a la Policía: no te lo vas a llevar, y le cerraban el paso a la patrulla... y así fue un rato, hasta que apareció alguien que me dio una bicicleta”.
Esto ocurrió en el barrio San Isidro, donde surgió el Movimiento San Isidro (MSI), al que pertenece Osorbo. Está formado por intelectuales y artistas que desde 2018 se oponen al Decreto 349 del gobierno cubano, que exige la aprobación de las autoridades para que los artistas puedan presentar su trabajo al público. También creó la figura del inspector, que puede cancelar una actividad si determina que no es acorde con la política cultural de la Revolución.
En uno de los actos de desobediencia civil del MSI en agosto de 2019, Maykel Osorbo se cosió la boca al ser citado a interrogatorio a una unidad de Policía. Al año siguiente, luego de que el rapero Denis Solís González fuera arrestado y sentenciado por “desacato”, varios integrantes realizaron una huelga de hambre y sed en la sede, que terminó una semana más tarde, cuando fueron desalojados aduciendo la violación de protocolos sanitarios.
El líder del MSI es el artista de 33 años Luis Manuel Otero Alcántara, quien comenzó una huelga de “hambre, sed y silencio” a fines de abril, luego de que incautaran y destruyeran varias de sus obras. Desde comienzos de mayo permanece internado sin su consentimiento en el hospital Calixto García, mientras activistas y allegados exigen su liberación. Otero Alcántara también aparece en el videoclip de “Patria y vida”.
La historia oficial
En noviembre de 2020, el periódico Granma, órgano oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, publicó el artículo “¿Quién está detrás del show anticubano en San Isidro?”. Su autor, Raúl Antonio Capote, señalaba cómo ese barrio se vio alterado por “un nuevo show contrarrevolucionario, auspiciado y apoyado por el gobierno estadounidense”.
“El espectáculo es muy similar al que, en otras oportunidades, han escenificado otros grupos mercenarios o títeres al servicio del gobierno de Estados Unidos”, agrega el texto. “Unos dicen estar en huelga de privación de comida y de agua, otros de comida y varios guaracheando, según se puede apreciar en las transmisiones en vivo, especie de reality show que acostumbra a realizar el 'movimiento' por las redes sociales, en actos de autopromoción o de reportes a quienes los financian”.
Sobre el rapero Denis Solís González, por quien se protestaba, se señaló que “la Agencia Cubana de Rap” desmontó el “burdo argumento” acerca de su relación con el arte. “La voz de un principiante sin obra consolidada no puede invocarse como representativa de nuestro hip hop, mucho menos cuando se conoce que los intereses que defiende hacen parte del plan subversivo orquestado contra la Revolución Cubana”.
Del MSI dicen que “cometen acciones degradantes e incluso manipulan a menores de edad para sus performances groseros y provocadores”.
“Recurren a bandidos y a personas de baja catadura moral que se prestan para servir como agentes de un gobierno extranjero, con el fin de promover el caos y alimentar la narrativa de la violencia y la represión, propalada por una financiada y articulada red de medios digitales y tradicionales”.
Entre los extranjeros que se denuncian como cómplices del MSI se encuentran “funcionarios del gobierno de Estados Unidos” y el uruguayo Luis Almagro, “secretario general de la desprestigiada OEA, quien no tardó en mostrar su apoyo a esta nueva acción anticubana”.