Desde su estreno en 1999, El club de la pelea se convirtió en una película de culto. Dirigida por David Fincher y basada en la novela homónima de Chuck Palahniuk (Fight Club), cuenta la historia de un narrador sin nombre que conoce a un vendedor de jabones llamado Tyler Durden y termina involucrado en un plan para destruir los registros de las compañías de tarjetas de crédito y provocar el caos social.

En el final original (spoiler de más de 20 años), el narrador interpretado por Edward Norton “mata” a Tyler Durden (Brad Pitt), quien resulta ser una escisión de su propia personalidad, y contempla la explosión de varios edificios junto a su novia Maria (Helena Bonham Carter). La versión que recientemente llegó al streaming de la plataforma china Tencent Video tiene alguna “pequeña” diferencia.

No hay explosiones, ni vemos al narrador y Maria tomados de la mano mientras suena “Where is my Mind?” de los Pixies. En lugar de eso, la película funde a negro y se lee un texto que explica lo que sucedió en ese momento, al menos en la realidad alternativa del país asiático: “A través de la pista proporcionada por Tyler, la Policía descubrió rápidamente el plan y arrestó a todos los criminales, evitando con éxito que la bomba explotara. Después del juicio, Tyler fue enviado a un manicomio para recibir tratamiento psicológico. Fue dado de alta del hospital en 2012”.

Las capturas de pantalla se viralizaron y los internautas chinos se lamentaron por la modificación. “Cuando venga un director a presentar su película en China, la gente le preguntará: '¿Por qué su película es tan vanguardista que abandona completamente el lenguaje audiovisual y el final es sólo un cartel con una historia sobre el respeto a la ley? ¿Representa una sátira sobre la censura en su país?'. Y el director contestará: '¿Qué dices? ¿Yo filmé eso?'”, escribió un usuario de la versión china de Twitter, llamada Weibo, según citó El País de Madrid.

Otros especulaban con finales de películas como La gran estafa (Steven Soderbergh, 2001) en que los 11 criminales terminaran detenidos. O imaginaban a toda la familia Corleone presa al final de la saga de El padrino.

Hay registros

China representa un mercado millonario para las películas de Hollywood, pero apenas permite estrenar una treintena de títulos extranjeros al año, por lo que los estudios suelen aceptar toda clase de recortes y censuras con el objetivo de multiplicar su recaudación.

En 2019, por ejemplo, se recortaron las escenas de Bohemian Rhapsody (Bryan Singer, 2018) que aludían a la homosexualidad de Freddie Mercury. Y algo similar a lo de El club de la pelea ocurrió con El señor de la guerra (Andrew Niccol, 2005), película en la que Nicolas Cage interpretaba a un traficante de armas que se salía con la suya. En China, un texto que sustituía al desenlace explicaba que el personaje “confesó todos los delitos de los que se lo acusaba oficialmente en el juicio y fue condenado a cadena perpetua”.