Más de 1.400 escritores hicieron circular una carta abierta en la que declaran su solidaridad con el pueblo de Ucrania y denuncian la responsabilidad del gobierno de Vladimir Putin por las muertes ocurridas en ese país.

La lista la encabeza la ucraniana Svetlana Alexievich, ganadora del Nobel en Literatura en 2015, junto a otros ganadores del premio, como el turco Orhan Pamuk y la polaca Olga Tokarczuk. Entre otros firmantes notorios están Margaret Atwood (creadora de El cuento de la criada), Paul Auster, Joyce Carol Oates, Jonathan Franzen y Salman Rushdie.

El texto dice:
“A nuestros amigos y colegas en Ucrania:

Nosotros, escritores de todo el mundo, estamos consternados por la violencia desatada por las fuerzas rusas contra Ucrania y hacemos un llamamiento urgente para que se ponga fin al derramamiento de sangre.

Estamos unidos en la condena de una guerra sin sentido, librada por la negativa del presidente Putin a aceptar los derechos del pueblo de Ucrania a debatir sus lealtades y su futuro sin la interferencia de Moscú.

Estamos unidos en el apoyo a escritores, periodistas, artistas y todo el pueblo de Ucrania, que está viviendo sus horas más oscuras. Estamos a su lado y compartimos su dolor.

Todas las personas tienen derecho a la paz, la libertad de expresión y la libertad de reunión. La guerra de Putin es un ataque a la democracia y la libertad no sólo en Ucrania, sino en todo el mundo.

Estamos unidos para pedir la paz y el fin de la propaganda que alimenta la violencia.

No puede haber una Europa libre y segura sin una Ucrania libre e independiente.

La paz debe prevalecer”.

La carta fue difundida por el Pen Club Internacional, que desde hace un siglo nuclea a escritores de todo el mundo. Entre los firmantes hay una lógica prevalencia de autores del centro y este de Europa, pero llama la atención la escasez de nombres de América Latina.

El peruano Mario Vargas Llosa, premio nobel en 2010 y asiduo crítico de Vladimir Putin, no figura entre los adherentes, dado que abandonó el Pen Club en 2019 en protesta por lo que consideraba un apoyo de la organización a los independentistas catalanes.