“El primer ensayo fue cinematográfico”, cuenta la actriz y comunicadora Alicia Garateguy. “Con Eduardo no nos conocíamos, y cuando entré al estudio le dije que tenía dos canciones para cantar a capella y que precisaba que me dijera cuál le parecía mejor. Debe de haber pensado que yo estaba poseída o algo así. Canté, grabamos, editamos juntos y cuando se hizo la hora de irme me preguntó tímidamente por qué había querido grabar. Le contesté muy seria: ‘Vine porque tenía que venir. Tenía que cantar, lo tenía pendiente y había que hacerlo. Ahora ya lo hice’, y empecé a caminar hacia la puerta en el mismo personaje de poseída. Para mi sorpresa, cuando llegamos al portón Eduardo me dijo: ‘Si un día te decidís a cantar en público, ya tenés guitarrista’”.
Así comienza esta relación artística entre Alicia –a quien, hasta no hace mucho, sólo conocíamos por su labor en el teatro y el cine, por su voz en la radio en el rol de conductora y columnista cultural, y por la elegancia y distinción que le imprime a cada marca comercial que contrata sus servicios para piezas publicitarias– y Eduardo, veterano músico y docente que supo tener su propia banda (Jage) y trabajó como compositor y arreglador para artistas como Laura Canoura, Mónica Navarro, Rossana Taddei, Ana Prada, Samantha Navarro y Daniel Drexler, entre otros.
Ya llevan más de 20 presentaciones en vivo, pero la próxima, en el teatro Solís, será especial para ambos. La preferida igual sigue siendo la primera: Eduardo recuerda “una noche hermosa en un jardín, rodeados de un público maravilloso, rico vino y excelente gastronomía. Gran producción de nuestra querida amiga Caro Cancela, quien jugó un papel muy importante para hacer realidad nuestro proyecto. Esa noche me marcó muchísimo emocionalmente”.
“Amo en general cuando conectamos mucho con la gente”, agrega Alicia. “Cuando brillan sus ojitos por encima de los tapabocas, cuando cantan espontáneamente o cuando, luego de anunciar una canción, escuchás en un murmullo de uno a otro: ‘Ay, esa es divina!’. Se vienen encuentros hermosos, distinta cada actuación. Quiero cantar un día en una clase de liceo, quiero disfrutar mucho la noche del Solís”, cuenta con notorio entusiasmo.
En Youtube se los puede ver en acción, una tarde noche entre semana, sobre un fondo verde homogéneo: el de una sala ubicada en la avenida 18 de Julio, muy cerca del local de una iglesia evangélica y de una famosa confitería.
Eduardo suelta algunos acordes libres en su guitarra mientras Alicia habla, entre canciones, y les cuenta a los presentes, como si estuviera en el living de su casa o en una charla de viejos amigos en la vereda, de los varios talentos de Charles Chaplin, que escribió la música de su película Tiempos modernos (1936) así como Chico Buarque, que hizo lo propio con Ópera do malandro (1986).
Su conexión
“Eduardo es un compañero soñado”, dice Alicia. “Hay compañeros que son un saco de nervios, que parecen nutrirse del conflicto; con Eduardo es lo contrario: como nadar en agua fresca. Nos reímos mucho y aprendo montones de nuestra ‘mipyme’, como llamo a este proyecto minimalista en el que todo lo hacemos nosotros y a medias”.
“Alicia lo hace todo fácil y ello conlleva un valor supremo”, concluye Eduardo, poniendo en pocas palabras su teoría sobre lo bien que funciona este nuevo grupo musical. “Eso se transmite a la hora de actuar”, agrega, “creo que el fluir en calma y alegría es lo que ha caracterizado nuestra experiencia en los escenarios”.
Las primeras influencias musicales
Alicia: “El jazz y la música de Brasil fueron mis canciones de cuna. En mi familia todo el mundo canta, y parte de ella es brasileña. Por otro lado, mi mamá fue profesora de inglés y nos cantó desde que tengo memoria. En la EMAD conocí mucha música de Brasil de los 90, y un poquito antes, a los 16, en bachillerato, cuando exoneraba una materia o faltaba un profesor en el liceo, me tomaba un ómnibus a la sala Vaz Ferreira para ver jazz”.
Eduardo: “En mi casa de la infancia había mucha música. Folclore, tango, The Beatles, música popular brasileña, jazz, clásica, flamenco, soul. También eran habituales las guitarreadas y cantarolas; allí me picó el bichito musical, y muy fuerte”.
Promesa de Solís
Alicia: “Por nuestro repertorio pasarán Cole Porter, Chaplin, Caetano Veloso, Djavan, Chico Buarque, música de películas, de teatro, bossa, y las historias de cada una de esas canciones que nos hacen tan felices”.
Eduardo: “El formato es súper íntimo; se trata de la voz de Alicia y el acompañamiento de mi guitarra acústica, con alguna intervención vocal de mi parte. Tratamos de recrear el clima distendido y de goce que generamos en los ensayos”.
Coordenadas
Miércoles 16 de marzo a las 20.00
Teatro Solís
Entradas en Tickantel.
Próximas actuaciones:
Atlántida, 26 de marzo a las 20.00
Jardín de Teatro Alsur
Reservas por Whatsapp al 097 978 600
Solymar, 24 de abril al mediodía
Reservas al 2696 9898.
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