El Museo Picasso de Barcelona dio a conocer esta semana los resultados de los estudios realizados a importantes piezas de su colección permanente pertenecientes al período azul del artista malagueño, como “Naturaleza muerta”, de 1901, y “Azoteas de Barcelona”, de 1903, ambas pintadas en lienzos que fueron antes soportes de otras imágenes.
Ya se sabía que Pablo Picasso, como otros artistas, reutilizaba sus telas, pero los estudios que ahora se dan a conocer revelan que, además del lienzo, el pintor reaprovechaba trazos, colores y texturas.
La muestra Picasso proyecto azul, que se inaugura este miércoles y permanecerá abierta hasta el 4 de setiembre, examina varios aspectos de las obras “desde el proceso creativo, los materiales constitutivos y la distribución de las capas de color, hasta la contextualización y la interrelación entre obras del mismo período o de períodos anteriores, en el caso de las telas reutilizadas, pasando por las estrategias de conservación”, según detalla la web oficial del museo. Encarada con espíritu de divulgación, la exposición comisariada por Reyes Jiménez incorpora en las salas soportes tecnológicos que facilitan el acceso a los documentos y presenta trabajos de investigación inéditos realizados en el marco de acuerdos de colaboración con otras instituciones, como la National Gallery de Washington –que analizó las obras “Jaume Sabartés con quevedos” (1901) y “Naturaleza muerta” (1901)–, o el Istituto Nello Carrara de Florencia, que se centró en el estudio de “La copa azul” (1903).