El sábado falleció Gloria Levy, figura destacada del teatro uruguayo, en el que cumplió los roles de actriz, directora, crítica y organizadora de encuentros. También se destacó como locutora y conductora de radio, además de pionera de la televisión nacional. Tenía 85 años.

Nació en 1937 y a los 17 años comenzó a trabajar en radio Sarandí luego de ganar un concurso. Más adelante pasó a una agencia de publicidad que hacía televisión y dio sus primeros pasos en Canal 10 en 1958, cuando la señal tenía apenas dos años. “Empecé a hacer comerciales, hacíamos notas, teníamos espectáculos musicales. Presenté a grandes artistas de la época”, recordó en 2020 en La mañana en casa, justamente en ese canal. Permanecería en televisión hasta 1978 y fue alejada por su filiación política.

Estudió Derecho y se recibió de abogada. “Después me arrepentí”, reflexionó. “Razonadora insoportable”, como se autodefinía, entendía la importancia de la justicia. “Y no hay nada más alejado de la justicia que la abogacía”, sentenció.

Su mayor legado está en el mundo del teatro. Egresada de la EMAD, fue parte de varios grupos de teatro independiente, incluyendo los Intrépidos, quienes en 1954 fundaron el Teatro Circular de Montevideo, segundo de esas características en el continente. “La idea la trajo Eduardo Malet. Había ido al teatro arena, que eran teatros circulares”.

En aquellos años realizaba toda clase de tareas en torno a la sala. “En muchos casos, así sigue siendo el teatro independiente”, dijo en la misma entrevista. “Ese que se hace con sangre, sudor y lágrimas”. Además de actriz y directora, Levy fue secretaria de la Federación Uruguaya de Teatros Independientes (FUTI), presidenta de la Asociación de Críticos Teatrales del Uruguay y de la Comisión del Fondo Nacional de Teatro (Cofonte). También fue jurado en premios nacionales e internacionales, y ayudó a hacer conocido el teatro uruguayo en el mundo.

Gloria Levy fue declarada Ciudadana Ilustre de la ciudad de Montevideo en marzo de 2015. La por entonces intendenta Ana Olivera destacó que el galardón era “un homenaje a una trayectoria profesional y artística, al rol en la fundación del Teatro Circular, a una trayectoria en la televisión, pero además, a una trayectoria de coherencia con la vida”.

La actriz y directora se sintió “honrada” al recibir la medalla, se declaró “montevideana de alma” y agregó: “Mi vida ha sido producto de una vocación que nació conmigo. De chiquita hacía teatro con muñecas y me pasaba escuchando radioteatros. Esa fue mi vocación. La abogacía fue una elección. Mis padres siempre me impulsaron mucho. Si pudieran ver este momento estarían contentos, siempre me impulsaron a que hiciera cosas”.

“El teatro independiente ha sido mi gran vocación. Ha sido muy importante para el teatro uruguayo y para la cultura. El teatro es vida. Eso es lo que imparto cuando doy clases: la necesidad de que se enteren de que ahí está la vida. La vida arriba del escenario, haciendo distintos personajes, y nosotros identificándonos con esa vida. El teatro es una maravilla”, concluyó.

Compañera

FUTI la despidió en sus redes sociales repasando sus logros. “Desde nuestra Federación saludamos a familiares, amigos y aplaudimos de pie a nuestra compañera”, escribieron. El Galpón se refirió a ella como una “compañera de ruta”. Y Graciela Escuder, vicepresidenta de FUTI, conversó con la diaria y la definió como “una compañera del alma”.

“La conocía a través de la televisión cuando hacía propagandas. Ella era alguien muy importante, conocidísima. Cuando llegó la dictadura, como pertenecía al Partido Socialista, junto con Ruben Castillo perdieron ese trabajo, de alguna manera fueron perseguidos para que no los contrataran”, recordó.

Más tarde la conocería en forma personal al integrar Cofonte y surgiría la amistad. “Fue una mujer del teatro independiente, reconocida por todo el mundo y querida por todo el mundo”, agregó. “Con un carácter fuerte, interesante. Si tenía que decir las cosas, las decía con mucha claridad”.

“También ejerció una enseñanza y una ética de cómo hacer gremialismo, que es una de las cosas más importantes que puede rescatarse de ella. Fue un ejemplo en ese sentido, además de luchadora incansable por los temas teatrales”. Escuder señaló que “Gloria llegaba a cualquier teatro y era recibida como una compañera”.