Este jueves a las 18.00, en el salón Luisa Cuesta de la Facultad de Ciencias Sociales (Constituyente 1502), se presentará el audiovisual Volver a mi barrio, que relata el desplazamiento forzado, en dictadura, de las familias del conventillo Medio Mundo y el barrio Reus al Sur (Ansina), entre 1978 y 1979. La obra recuerda el hecho y señala sus consecuencias, a partir de los testimonios de vecinos y vecinas de la comunidad afrouruguaya.

Además de exhibir el corto realizado junto a la organización epónima y la Coordinadora Nacional Afrouruguaya, habrá un panel de intercambio integrado por docentes y referentes de la comunidad afrouruguaya, quienes abordarán el lugar de estos hechos tanto en la enseñanza del pasado reciente como en la transmisión de la memoria. La actividad irá hasta las 21.00.

Leticia Rodríguez Taborda, realizadora de Volver a mi barrio, conversó con la diaria sobre la importancia de dar mayor visibilidad a estos hechos. “La idea del proyecto audiovisual es que sirva de reparación a nivel de lo que es patrimonio vivo, porque la mayoría de ellos están vivos, para que puedan volver a su barrio. Ese es el fin último de este corto”.

“Vengo investigando desde hace un par de años el tema y tratando de que se pueda posicionar de forma amplia a través del audiovisual, que es una herramienta de transformación social y política. Así que la idea es que este pequeño corto contribuya para que la gente pueda volver a su barrio”.

Las familias fueron llevadas primero a Martínez Reina, en el barrio Capurro, “hacinadas, en condición de gueto”, y en segunda instancia a Cerro Norte. “Muchos de ellos no pudieron volver a tener la vida que tenían. Perdieron los trabajos, se perdió la educación, perdieron absolutamente todo. Pero en la memoria del pasado reciente estos hechos no han quedado registrados, y el audiovisual es la primera semilla que muestra cómo ha sido el proceso de racismo ambiental, que viene desde antes”, señaló Rodríguez, quien recordó que esto había sucedido con anterioridad con otros conventillos.

Con respecto a los protagonistas de esta historia, muchos recién empezaron a organizarse en torno a este tema en los últimos años. “Por miedo, o por no poder ocuparse de sus propias vidas, porque tenían que salir a laburar y eso no les permitía dedicarle el tiempo a lo que tenían tantas ganas de promover, que es que muchos de ellos puedan volver al barrio donde nacieron y se criaron”.

Rodríguez menciona el “proceso de beneficio inmobiliario” que ocurre tanto en nuestro país como en la región, que busca “sacar a la gente negra de los lugares que finalmente se volvieron lugares de privilegio”. “Es increíble que haya gente que vive en Cuareim 1080 (dirección del Medio Mundo) y no sabe que ahí estaba el conventillo, y cuando hay tambores hace la denuncia”.

También se refirió al racismo de la sociedad uruguaya, que suele minimizarse por vergüenza de aceptar algo que existe y es real. “Yo soy docente y salgo de ahí, voy al supermercado, y me tengo que bancar una situación que no está buena. Fenotípicamente seguimos padeciendo una cuestión que está recrudeciendo. El amor del ser humano como parte de una cosa hermosa, de vernos diversos, se pierde cada vez más. Y nos perdemos la oportunidad de disfrutar de lo distinto, que es algo maravilloso, y que en Uruguay está muy flechado en este momento. Porque lo vemos y lo vivimos”, reflexionó. “Estos materiales ayudan a posicionarnos desde otro lugar, buscando que la equidad realmente sea equidad y nos dejemos de pavadas”.

Por último, para ejemplificar a lo que se refieren con una “reparación integral”, que va más allá del regreso a su barrio, dio un ejemplo. “Una señora estaba bastante angustiada y mal, nunca había hablado. A la semana siguiente fui a hacerle una entrevista y la vi de nuevo, y era otra persona. Le digo: ‘Qué bien que te veo. ¿Cómo estás?’. Y me dice: ‘Me siento bien porque me di cuenta de que tenía que hablar, de que no me tenía que callar más’”.

“La reparación empieza cuando vos podés develar todo eso que te tuviste que comer psicológicamente: la angustia, la tristeza... Ahí empieza la reparación. A la semana siguiente de que pudo hablar y decir algo que quedara inmortalizado, porque esa es la gran transformación del audiovisual, ella se sintió mejor. Ya ahí empezó la reparación”.

Volver a mi barrio también puede verse en Youtube, en el canal del Centro de Estudios Interdisciplinarios Feministas.

Imágenes de la memoria

Además del audiovisual, recientemente se inauguró también la muestra fotográfica Biografías ocultas de Montevideo al Sur en el Centro Cultural Museo de la Memoria (Avenida de las Instrucciones casi bulevar Batlle y Ordóñez), que se podrá visitar hasta finales de junio. “En esa muestra se pueden ver dos cosas muy fuertes: la vida antes y la vida después”, señaló Rodríguez.