La actual Temporada Lírica de Montevideo se apresta a recibir una obra que, como pocas, ha traspasado las barreras de los seguidores del género para convertirse en parte de la cultura popular. Pagliacci (Payasos), del compositor italiano Ruggero Leoncavallo, fue estrenada en 1892, y su aria “Vesti la giubba” (“Ponte el traje” ha aparecido en lugares tan diversos como la película Los Intocables, de Brian De Palma, y episodios de Seinfeld y Los Simpson.

130 años después de su primera presentación, llega al teatro Solís esta ópera que formó parte de un estilo, conocido como verismo, que alejado de los dramas mitológicos, presentaba tramas realistas, protagonizadas por el pueblo. A fines del siglo XIX las monarquías daban lugar a las repúblicas democráticas y la clase media comenzaba a acceder a las artes que antes solamente podía pagar la élite. En ese contexto surgió la historia de amor, traición y muerte protagonizada por una compañía de actores itinerantes que recorren Calabria, y que incluye a Canio, a su esposa Nedda y al amante de esta.

En el papel de Canio, que en la obra dentro de la obra es Pierrot, está el destacado tenor uruguayo Carlo Ventre, quien lleva años presentándose en los teatros más afamados de Europa. Nedda, quien en la obra interpreta a Colombina, está a cargo de la soprano argentina Belén Rivarola. La dirección musical es de Martín García y la dirección escénica es de Florencia Sanguinetti.

Para Sanguinetti, la obra es especial. “Tengo una relación emocional con Pagliacci, porque es una de las óperas que vi cuando era niña, con mi papá”, contó a la diaria. “Después siguió mi amor por la ópera, pero es uno de los títulos que me apasionaron de niña, y por eso pienso que es muy bueno para introducir a los niños en el descubrimiento de la ópera”. En el caso de Rivarola, interpretar a Nedda será para ella un sueño cumplido: “Es una ópera muy esperada para el tipo de cantante que soy, una soprano todavía joven para la carrera. Es un papel codiciado, con muchas aristas”.

La versión que podrá verse este 17, 20 y 22 de agosto aprovechará la vigencia del texto para traerlo a la actualidad. “Es una historia que podría desarrollarse en Montevideo con los personajes que nos rodean”, explicó Sanguinetti. “La puse en Montevideo en época de Carnaval, con la llegada de esta troupe de artistas itinerantes que llegan en un corso a la ciudad. No es una reconstrucción fiel ni realista porque a mí lo que más me interesó de esta obra es que en su esencia es una enorme reflexión, tanto de la música como desde el libreto, sobre el hecho teatral”. Eso incluye “la historia de este actor que no puede maquillar su dolor y su conflicto, y se termina imponiendo la persona sobre el personaje en la escena”.

Rivarola también reflexionó respecto de los detalles que mantienen vigente a Pagliacci. “Con Florencia hablamos de que si bien esto es un drama que se escribió años atrás, hay cosas en las que como humanidad hemos evolucionado y otras en las que no. El femicidio, la violencia hacia la mujer y también la violencia a nivel general siguen estando al día de hoy”. Sanguinetti agregó que, pese a que “desde la dirección escénica uno no debe juzgar a los personajes”, puso especial acento en la violencia que ejerce Canio sobre Nedda para mostrar lo que es la vida de esa muchacha golpeada y maltratada. “Para que el desenlace sea como ese destino fatal del que pareciera que no pueden escapar las mujeres golpeadas. Como si se anticipara a ese miedo que tienen todas las mujeres que viven el maltrato. Todo está ahí expresado, yo no inventé nada. Es Leoncavallo que era un genio y su libreto es súper actual”.

Con respecto a la preparación del personaje “muy físico” de Nedda y su Colombina, Rivarola se preparó durante un mes y medio, primero memorizando el texto, luego junto a un pianista y finalmente en los ensayos escénicos, con el mencionado verismo como complejidad extra: “Si canto una ópera del período más clásico y tengo que ser una condesa, me van a pedir que mueva la manito de una manera, que camine de otra forma, que me exprese menos. Pero esto es purismo total; lo que hace la gente en la calle lo hacemos también en el escenario”.

Por último, destacó el grupo “maravilloso” del teatro Solís. “Desde el vestuarista que me ayuda, el maestro que está en el foso dirigiendo la orquesta, el director artístico Martín Jorge, que hace todo en ese teatro y por ese teatro. No pueden tener a alguien más idóneo y más bueno que él. Y el ensayo general tuvo un tinte especial, porque mi gran maestro de canto era uruguayo y siempre me comentaba que su amor por la ópera había empezado escuchando una ópera en el teatro Solís. Salir al escenario y pensar que él de alguna manera estaba ahí presente fue muy especial para mí”.

Pagliacci. De Ruggero Leoncavallo. Con dirección musical de Martín García y dirección escénica de Florencia Sanguinetti. Protagonizada por Carlo Ventre y Belén Rivarola. 17, 20 y 22 de agosto a las 20.00 en el teatro Solís. Entradas en venta en Tickantel, locales de pago y boletería del teatro. 2x1 para suscriptores de la diaria.