“Si tengo que consultar con el abogado si esto se puede hacer o no, es que voy bien”, dice Javi de la Fuente, publicista argentino, responsable de la editorial de juegos Poppular y creador de Fumanyi, el primer fuming game de Sudamérica.

“¿Fuming game?”. Así le llaman en el sello Poppular a estos “juegos para fumar”. La historia del proyecto parte hace cinco años, cuando De la Fuente se destacaba como creativo publicitario en campañas locales de series de televisión estadounidenses, como las de Orange is the New Black con Moria Casán o la de House of Cards tuiteándole a Federico Pinedo. Después de esa ebullición pop, dio un vuelco a su carrera: inspirado en Jumanji, sacó Con eso no se jode, un juego de mesa lleno de humor negro.

Súbitamente, inflado por esa idea de cambiar de aires, desarrolló un juego desde cero, sin experiencia y con muchas, muchas ganas. “No había algo similar ni en Argentina ni en Uruguay”, cuenta De la Fuente, “o ninguno tan extremo”. Así, con una tirada inicial de 100 ejemplares (mitad los regaló, mitad los vendió en Mercado Libre), Con eso no se jode empezó a llamar la atención en Twitter. “Se agotó enseguida, sin pensar que podía ser un proyecto de vida”.

El desarrollo de juegos, un oficio que hasta ese entonces le era ajeno, empezó a coparle mucho más que la actividad publicitaria y, con el primer envión, sacó Fumanyi, en el que –según cada consigna– los participantes deben fumar porro. ¿Su eslogan? “Diversión para gente con problemas”, dice De la Fuente. ¿El core de su oferta? Juegos con temáticas específicas y, sí, nadie lo va a negar, “un poco borders”.

Nacimiento de un catálogo

Tras el éxito de Fumanyi apareció Refumanyi, una especie de expansión del original con unas 100 cartas nuevas. Y, en simultáneo, el crecimiento de Con eso no se jode, con sus versiones 1, 2, 3 y Ataúd, una edición premium. También, por ahí, apareció el Mazo Nude, el Mazo Yorogua y, su par, el Mazo Argento, que reemplazan a las cartas españolas clásicas por personajes domésticos, según corresponda.

“También sacamos el Morbópoly, gratis, para descargar. Nos mandás un mail y te lo enviamos. Es como una parodia del Monopoly con consignas muchísimo más absurdas”.

¿Lo que viene? “Un Mazo Argento pero de memes argentinos. Y uno de ellos será, justamente, el de Moria en Orange is the New Black. El de ‘bueno, mamita, hacé lo que se te cante’”, adelanta. “Porque, al final, todo tiene que ver con todo”.

Bienvenidos los “fuming games

La creación de Fumanyi parte de una necesidad del mercado. “No existía un drinking game para fumar porro. Si existe esto, ¿cómo no va a existir aquello? Si hay juegos para tomar y, además, la gente fuma… ¿por qué no va a existir un juego para esas personas? Por ejemplo, yo fumo más de lo que tomo. Asumámoslo: es un espacio que existe, ya que juego y porro van de la mano”.

Desde ahí, Fumanyi le abrió la puerta a los growshops y el negocio creció a dos aguas –un poco en Uruguay, otro tanto en Argentina– y, a partir de ese canal, todo el catálogo de Poppular empezó a vincularse con la cultura cannábica. “Como laburamos con las grandes distribuidoras, si vas a cualquier grow, es muy probable que tengan los juegos”.

En ese sentido, Fumanyi capturó la esencia del momento recreativo del porro y le sumó la gracia de las consignas “420”. El juego les llega a jóvenes, de entre 18 y 25 años, pero con un público hardcore de entre 25 y 35.

“Estoy seguro de que no hay otro de su estilo en todo Uruguay”, se ensancha el creativo. Por lo demás, Fumanyi es un juego que armó comunidad y hoy en Instagram junta a casi 60.000 personas. “Estamos viendo si sacamos otro, tipo el Ataúd, pero de la línea Fumanyi. Un Fumanyi Cosecha Especial”, dice.

Entretanto, Javi de la Fuente ya está cocinando nuevas ideas y una de ellas anida en la marihuana: más precisamente en la marihuelta, una de esas “vueltas a la manzana fumado”. “Lo bueno de hacer todo inconscientemente es que si te dicen que ‘en cinco años tenés que hacer todo esto’, no te metés. Pero, de la manera que lo encaramos, no te das cuenta. Ahora estamos en un buen momento para los juegos independientes y para los juegos de previas”, opina.