Pompeyo Audivert encarna cada personaje en Habitación Macbeth: su instrumento actoral se deforma con las brujas y se distancia con Lady Macbeth hasta lograr que el espectador vea a todos en esa performance que semeja una posesión. Más o menos así lo recuerdan quienes vieron las funciones que lo trajeron al Festival Internacional de Artes Escénicas el año pasado. Su versión para un actor de la historia de vaticinios, ambiciones y crímenes shakespeareana fue creada y estrenada durante la pandemia, en 2021, y dura 90 minutos.
Audivert (Buenos Aires, 1959) empezó a estudiar teatro en 1977 y a principios del retorno a la democracia ya se fogueaba con monólogos en escenarios que se habrían, como El Parakultural. Tiene una máscara fuerte y un oficio que desde entonces lo condujo de los escenarios a las pantallas, ida y vuelta. Actor desde entonces, dramaturgo también y premiado director (en 2021 obtuvo el premio Konex por esta labor), desarrolló al mismo tiempo una carrera docente, ya que desde 1990 conduce Teatro Estudio El Cuervo, donde dicta clases de actuación.
“No creo en el teatro como un espejo para tramitar ficciones narcisistas de una sociedad culposa o plena, creo en el teatro como una zona donde uno va a ensayar la muerte, la resurrección, la otredad; donde uno va a suspender su presencia yoica y a alcanzar su presencia de estructura”, dijo hace dos años a la revista argentina Cuarenta Naipes. “Por eso siento que las obras deben, de algún modo, facilitar esa operación temática de fondo de la máquina teatral”.
En Habitación Macbeth el procedimiento es el siguiente: a través del cuerpo de un actor encontrado en la fosa del teatro, las fatídicas hechiceras representarán la tragedia para el goce, deleite y catarsis metafísica de nuestra majestad creadora Hécate, vulgarmente conocida como El Público.
Sostiene Audivert que Macbeth es la obra perfecta para este cometido teatral: “Somos actores de una tragedia circular que ya está escrita, habitados por fuerzas que viven larvadas en nosotros, rémoras de un crimen social que fundó nuestra historia y no cesa de producirse; somos una sociedad Macbeth nacida de una voluntad de poder compulsiva, cargada de un imperio que no admite rechazo”.
Su experimento, avalado por tres premios Estrella de Mar en Mar del Plata, vuelve el 6 de mayo, ahora para presentarse en la sala mayor de El Galpón. Las entradas cuestan $ 800 (hay 2x1 para Comunidad la diaria).