Estados Unidos tiene una larga tradición de late night shows, con personas que juegan el doble rol de conductores de televisión y comediantes, y cada noche intercalan monólogos de humor, música y entrevistas a gente del espectáculo, entre otros recursos tradicionales. Algunos conductores pueden tener un costado más afilado, mientras que otros construyen una imagen casi de “yerno perfecto”.

En 2014, Jimmy Fallon se convirtió en el sexto conductor de The Tonight Show, el más reconocido (aunque no siempre el más popular) de los programas de ese estilo. El exintegrante del elenco de Saturday Night Live había estado cinco años al frente de Late Night, el programa que inauguró David Letterman, y conquistó al público con su afabilidad y su condición de everyman capaz de reírse de los chistes de sus invitados. Aunque a veces la risa fuera excesiva.

Hace pocos días, la revista Rolling Stone publicó una investigación periodística en la que más de una docena de empleados antiguos y actuales del show de Fallon contaron sus experiencias trabajando en un ambiente tóxico, con una persona a la cabeza cuyo comportamiento errático venía en dos formatos muy diferentes: “el Jimmy de los días buenos” y “el Jimmy de los días malos”. Más de un trabajador dijo que su salud mental se vio afectada por todo esto.

Los testimonios describieron conductas pasivoagresivas, presiones y una falta de contención por parte de la oficina de Recursos Humanos de la cadena NBC, que iba con el chisme a los productores del programa. Con respecto a Fallon, más de un entrevistado mencionó el consumo problemático de alcohol, algo que el conductor había negado rotundamente luego de artículos de prensa similares.

A pocos minutos de la difusión de la nota, las redes sociales se llenaron de estadounidenses sumándose a las críticas contra Fallon, que se ganó el odio de muchos desde aquella famosa entrevista a Donald Trump en 2016, cuando era candidato a la presidencia. Es recordado su gesto de pasarle la mano por el pelo para comprobar que era real, algo que “humanizó” a Trump más allá de su retórica incendiaria y conservadora. Ya en 2018 el conductor había pedido disculpas públicas en conversación con The Hollywood Reporter.

En esta ocasión, después de la difusión de la nota y de convertirse en trending topic, Fallon realizó una llamada de Zoom a los trabajadores de The Tonight Show en donde pidió disculpas y dijo que no era su intención “crear ese tipo de ambiente en el trabajo”, según contaron personas que estuvieron presentes. “Es vergonzoso y me siento muy mal”, agregó. “Perdón si los avergoncé a ustedes, a su familia o a sus amigos. No puedo decirles lo mal que me siento”.