Alex Jones es considerado un pionero en las nuevas formas de comunicación entre los conspiracionistas de extrema derecha. Cuando la discusión sobre la temperatura de derretimiento de las vigas del World Trade Center era algo que apenas se leía en foros oscuros de internet, Jones ya transmitía videos y compartía ideas descabelladas en su sitio web Infowars, fundado en 1999.

Más adelante, cuando las redes sociales comenzaron a surgir y sus reglas de convivencia todavía estaban en construcción, fue punta de lanza de un montón de voces que comenzaron a acusar a Barack Obama de haber nacido en Kenia, de que cada elección ganada por los demócratas era fraudulenta y que debajo de una pizzería de Washington se sacrificaban niños y luego se bebía su sangre en rituales satánicos.

Jones, con sus reacciones exageradas, que incluían arrancarse la camisa como si fuera Hulk Hogan, se volvió una figura conocida incluso fuera de esas cajas de resonancia forradas de papel de aluminio. En 2015 llegó a entrevistar al entonces candidato presidencial Donald Trump, quien, fiel a su costumbre, legitimó a quienes sostienen ideas marginales y descabelladas, incluso antes de la pandemia del coronavirus. Sin embargo, para entonces la primera ficha de dominó que terminaría con Infowars en mano del medio paródico The Onion ya había caído.

En diciembre de 2012 un joven ingresó a la escuela primaria de Sandy Hook, en Connecticut, y asesinó a 26 personas; 20 de ellas eran niños de entre seis y siete años. Se trató de la mayor tragedia en una escuela primaria en la historia de Estados Unidos y para muchos expertos fue el punto de inflexión en la conversación sobre el control de armas: si la matanza de niños no logró que se aprobaran prohibiciones a las armas de asalto y mayores requisitos para adquirir armas, nada lo haría.

De todas maneras, esto no impidió que Jones propagara una de sus mentiras más feroces. Repetidamente en su sitio afirmó que la matanza de Sandy Hook nunca había ocurrido y que se trataba de un engaño, con actores interpretando a los padres de los niños asesinados, como parte de una conspiración del gobierno demócrata para lograr un mayor control sobre las armas, que tan bien protegidas están gracias a una enmienda escrita en 1789, cuando no existían rifles automáticos.

Las familias de las víctimas demandaron a Jones en Connecticut y Texas, afirmando que en su programa Infowars los difamó y les causó angustia emocional en numerosas ocasiones. La Justicia lo encontró responsable y condenó a Jones por un total de 1.500 millones de dólares. Este se declaró incapaz de reunir esa suma de dinero, por lo que se declaró en quiebra en 2022 y la Justicia lo habilitó a liquidar sus bienes personales para cumplir con la sentencia.

Esta liquidación contó con el apoyo de las familias que habían presentado la demanda, sabiendo que eso significaría “el fin de Infowars y el fin de la capacidad de Jones para difundir mentiras, dolor y miedo a gran escala”, dijo Chris Mattei, el abogado de las víctimas, en un comunicado. La subasta estaba programada para este miércoles y dos días antes Jones había contado que un grupo de ofertantes anónimos estaban dispuestos a permitir que el programa continuara normalmente, mientras que también había personas “malas” que querían terminar con Infowars. Se había mencionado a Roger Stone (asesor de Trump que coordinó la entrevista entre este y Jones), Elon Musk y The Onion.

Jones agregó que continuará difundiendo sus pensamientos en vías alternativas si lo obligan a cerrar, aunque reconoció que la pérdida de la marca, el sitio y el equipamiento serán obstáculos. “Todos los izquierdistas que celebran el fin de Alex Jones e Infowars son unos tontos. Ya van a ver”, dijo.

Alex Jones (archivo, junio de 2024)

Alex Jones (archivo, junio de 2024)

Foto: Jeff Kowalsky, AFP

Finalmente, se supo que The Onion adquirió el sitio web de Infowars, sus cuentas en redes sociales, el estudio en Austin, las marcas registradas y el archivo de video, por una suma de dinero que no fue revelada. Según una fuente del medio humorístico, el plan era dar de baja al sitio original y reinventarlo como una parodia de aquellos que difunden teorías conspirativas, como el mismísimo Jones. El único patrocinador será la organización antiviolencia Everytown for Gun Safety.

The Onion se encuentra en un período de reconstrucción con el cambio de dueños y la llegada en abril de un nuevo director, Ben Collins, quien supo cubrir teorías conspirativas para NBC News. Desde que asumió se introdujeron cambios en busca de la monetización de la empresa, que incluyen suscripciones, eventos en vivo y el regreso del periódico en papel.

El medio celebró la adquisición con una nota firmada por su falso presidente, Bryce Tetraeder, donde explica con toda seriedad que Infowars “se ha convertido en una herramienta invaluable para lavar los cerebros y controlar las masas. Con una fina mezcla de paranoia delirante y dudosos productos nutritivos antienvejecimiento, se esfuerzan por hacer que la vida sea más aterradora y más larga para todos, un objetivo loable. Es un verdadero unicornio, capaz de inspirar el apoyo público a los multimillonarios al mismo tiempo que aviva la indignación hacia un Estado inepto que puede asesinar a Kennedy, pero ni siquiera puede poner a un hombre en la Luna”.