La “bomba digital” circuló por todos lados, infló de reflexiones los portales de noticias y engordó las discusiones de las redes sociales: Susana Giménez se entrevistó a sí misma, tête-à-tête, mano a mano. Pero no fue como en los programas tipo Autorreportaje, el ciclo de TV Ciudad en que distintas personalidades pasaban por trucos de cámara, edición y montaje: la entrevista de Susana se hizo con inteligencia artificial (IA).
La experiencia protagonizada por la “diva de los teléfonos” fue realizada mediante una técnica de deep fake:, un contenido sintético producido sin “intervención” de los seres humanos, y se utilizó el cuerpo de una actriz para ponerle la cara de la Su de la época de La Mary, el film que protagonizó en 1974.
El resultado fue, por decir poco, increíble. El contenido plástico está transitando un nuevo pico. Formalmente, un deep fake (“ultrafalso” en español) es una técnica de IA que permite editar videos falsos de personas con apariencia real. ¿Cómo? Utilizando algoritmos de aprendizaje y videos o imágenes ya existentes. ¿El resultado? Un video muy realista, aunque ficticio. La máquina estudia, procesa y, luego, permite su manipulación.
Después de un arduo trabajo de tres meses, Telefe, Paramount y Furor Studio presentaron el 8 de diciembre una entrevista que en los libros se presentará como “histórica”, y que apeló a la reflexión, a la emoción del paso del tiempo, gracias al empleo de una IA. El estudio creativo Furor trabajó con “una técnica súper realista”, según declara Juan Funes Szelagowski, mente maestra detrás de la entrevista.
Susana reconstruida: el proceso detrás de la IA
En primera instancia, para llevar adelante esta entrevista eligieron a una actriz que tuviese una complexión física parecida a la de Susana, pero sobre todo “a su capacidad de acting, de gesticulación y de un montón de cosas que se ven en la entrevista”. Allí, la actriz, Jazmín Diz, personificó a Giménez y, más tarde, una vez en posproducción, trabajaron con IA.
“Después empezamos a recabar todo el material audiovisual y sonoro de Susana, sobre todo de esa época. Entrenamos un modelo de IA con la que le implantamos una nueva cara. Es como un filtro de Instagram, pero con más tecnología y con todo un entrenamiento de IA”, continúa Funes Szelagowski.
Luego, trabajaron junto a un enorme equipo de posproducción compuesto por editores, sonidistas, coordinadores y más de 20 profesionales. “Y junto a Susana, que estuvo al frente de todo el proceso y fue dando un montón de sugerencias”, reconoce. “Lo que sí, estoy casi seguro de que Susana no la había visto entera hasta el día del vivo. Y por lo que sé, se emocionó mucho. Hasta ahora no se había hecho un proyecto así, con una referente hecha con IA. Creo que terminamos cumpliendo con las expectativas”, revuelve Funes Szelagowski.
El potencial de la IA
El resultado de esta experiencia devino profundamente realista. ¿Será que la IA encontró su techo? “Para nada”, desliza el experto, “no conocemos ni el 1% del potencial que tiene, no sólo en el entretenimiento y en el mundo audiovisual, sino en todo lo que puede hacer y lo que podría generar en diferentes industrias”.
Se trata de una tecnología que viene dando pasos agigantados. Más atrás, en 2017, en la plataforma Reddit empezaron a aparecer videos de celebridades en videos XXX. Hubo desmentidas, confusión, miedo y algunas implicancias legales. El reemplazo morboso de rostros parecidos por rostros deseados expandió un límite: ¿hasta dónde puede llegar el deep fake? Visto con ojos de hoy, se “ven” extraños, pero una “verdad tecnológica” se estaba imponiendo.
Más acá, el director Martin Scorsese empleó técnicas sintéticas para rejuvenecer a Al Pacino, Robert De Niro y Joe Pesci en la maravillosa El irlandés, en lugar de sumar al casting a actores que tuvieran similitudes físicas y pudieran pasar por ellos en las escenas de flashbacks. Fueron ellos mismos quienes interpretaron a sus versiones más jóvenes y, con el uso de esta tecnología, lograron verse como tales. La misma técnica se utilizó con la actriz Carrie Fisher para que volviera a aparecer como la Princesa Leia, después de fallecida, en el film Star Wars: Rogue One. Y sigue habiendo mucha tela para cortar.
Contenido plástico, emociones reales
“Hasta hace un año podría haber sido imposible producir una entrevista con ‘alguien que no existe’. Yo creo que de acá para arriba tenemos todo para crecer. La IA está en un momento bastante joven. Estamos frente a un cambio de paradigma en todo sentido”, sigue Funes. Y cierra: “Tenemos por delante años y años en que va a estar evolucionando y nos va a enfrentar a muchos dilemas”.
Hace 15 años que Funes Szelagowski, la mano humana que mueve la mano digital, dedica sus días a resolver dilemas de las industrias creativas, a realizar imágenes realistas de todo tipo y, a partir de ahora, a hacer que la joven Susana se sorprenda por el living de la actual Susana. “¿Este programa es tuyo? ¿Es nuestro?”, le dice una a la otra. La IA y el living, todo de Susana. Pero la emoción es real: eso es lo más impresionante.