A Hollywood nunca le preocuparon las secuelas ni las franquicias. Si alguna propiedad intelectual se convierte en gallina de los huevos de oro (o de algún otro metal precioso) los estudios de cine siempre intentaban producir secuelas, precuelas, spin-offs y otros productos derivados. Lo más difícil era conseguir la firma de los actores que habían protagonizado el éxito, que es justamente lo que los hace más valiosos. Por eso muchas continuaciones tienen cambios bruscos en el elenco.
Con el correr de los años se agregó una nueva figura: la película que llega promocionada como la primera parte de una trilogía (que siempre termina en cuatro entregas) con intérpretes que firman contratos por toda la saga. Pero lo que más se ha puesto de moda en los últimos tiempos es el concepto de universos, películas que (dicen los estudios) pueden disfrutarse de manera independiente, pero que forman un tapiz más grande, con guiños para quienes asistieron al cine a ver todas las entregas.
Encabezados por el Universo Cinematográfico de Marvel (récord histórico de recaudación para una saga), Hollywood está en la búsqueda de historias que fidelicen a los espectadores y les saquen periódicamente el costo de una entrada. Sus colegas de DC lo intentaron y fracasaron con éxito, pero también hubo intentos de formar un universo oscuro con los monstruos clásicos de Universal (sus versiones de Drácula, Frankenstein, etcétera) e igualmente no lograron despegar del suelo.
Con un poco más de suerte pero menos películas está el “monstruoverso”, habitado por Godzilla, King Kong y sus antagonistas de turno. Y después están aquellos que luego de un hit anuncian una batería de proyectos con un espíritu en común, buscando que el rayo caiga dos veces en el mismo lugar. Ocurrió con Barbie y un puñado de ideas anunciadas de otros juguetes de Mattel, o el “universo” (por ahora entre comillas) de Nintendo a partir del furor por la película de Super Mario.
Los universos compartidos llegan de los lugares menos pensados, como quedó claro en las últimas horas. La empresa Apple Corps, que vela por los intereses de los Beatles sobrevivientes y las familias de los fallecidos, dio la autorización para que se realicen ficciones cinematográficas contando sus vidas. Hasta ahí no tiene mucha diferencia con otros músicos que llegaron últimamente al cine, desde Bob Marley, pasando por Elvis Presley, Elton John y Freddie Mercury.
Sin embargo, hay una novedad. El director británico (obvio) Sam Mendes será quien lleve al cine a Paul McCartney, John Lennon, George Harrison y Ringo Starr en cuatro películas diferentes, en las que que primará el punto de vista de cada uno de los músicos. “Me siento honrado de poder contar la historia de la mejor banda de rock de todos los tiempos, y emocionado por desafiar la idea de lo que significa ir al cine”, dijo Mendes en un comunicado.
Las películas serán producidas por Neal Street Productions, la productora de Mendes. La financiación y distribución correrá a cargo de Sony Pictures, que en la actualidad regentea el universo compartido de Spiderman con resultados no positivos. Según la información oficial, las cuatro historias se estrenarán en 2027 de manera “innovadora”, aunque las fechas exactas se conocerán más adelante. “Queremos que esta sea una experiencia cinematográfica única, emocionante y épica. Cuatro películas, contadas desde cuatro perspectivas diferentes, que cuentan una sola historia sobre la banda más famosa de todos los tiempos”, dijo Pippa Harris, cofundadora de Neal Street. “Tener la bendición de los Beatles y de Apple Corps para hacerlo es un privilegio inmenso”.
El universo beatle
Es bien sabido que los usuarios de las redes sociales son capaces de los peores actos, pero en ocasiones se unen para multiplicar la risa. El anuncio de las cuatro películas de los Beatles sirvió para disparar la imaginación de decenas de cuentas en la plataforma antes conocida como Twitter, que hicieron comparaciones con el universo compartido de Marvel o aventuraron las diferencias entre cada una de las cuatro entregas del “beatleverso”.
@HunterFelt se burló precisamente de las películas laterales a Spiderman y escribió: “Sony tiene los derechos de Pete Best, Stu Sutcliffe y Mal Evans, e intentará su propio beatleverso en simultáneo”. Otros imaginaron posibles escenas poscréditos, como John Lennon apareciendo en la película de Paul McCartney al mejor estilo de Nick Fury en las películas de Marvel, o (con bastante humor negro) pronosticaron que Mark David Chapman aparecerá como Thanos.
Una de las ideas más celebradas fue la de @TheAlexSylvian: “Escena poscréditos de la película de George Harrison. Timothee Chalamet haciendo de Bob Dylan sale de las sombras y le dice ‘déjame contarte acerca de la iniciativa Wilburys’”, mezclando al supergrupo Traveling Wilburys con los Avengers. La cuenta @yassabmassador amplió la franquicia y anticipó: “Yoko de Sofia Coppola en 2028”.
Por último, las bromas llegaron por el tono que debería tener cada entrega, con el baterista como blanco de todos los chistes. “Esto solamente puede funcionar si son de géneros bien diferentes. Paul: típica biopic musical de Hollywood. John: desgarrador drama romántico sobre Yoko y él. George: odisea espiritual animada más en tono poético que de historia lineal. Ringo: comedia de enredos”, escribió @KaiserBeamz.