Las formas de consumir ficción han ido cambiando, por eso se habla cada vez menos de “series de televisión”, porque la ficción episódica llega y se consume en espacios muy diferentes. Sí se habla un poco más de “series uruguayas”, ya que gracias a las nuevas tecnologías –y negociando con la realidad– han surgido varias producciones en los últimos tiempos.

A títulos como la serie de sketches No hay nadie y la más tradicional (en formato) El universo conspira, este año se le suma Es amor?, una antología de historias de sentimiento y de deseo que se está transmitiendo los viernes a las 22.00 en TV Ciudad, para posteriormente ser emitida por Canal 5.

Se trata de seis episodios independientes y autoconclusivos, que además son obra de guionistas diferentes. Detrás de ellos, o al costado, se encuentran los creadores Marisa Quiroga y Sebastián Bednarik, corresponsable de documentales como Mundialito, Cachila y La Matinée. En conversación con la diaria recuerdan que todo comenzó con un concurso y la pregunta del uruguayo a la argentina de si tendría algo para presentar. “Se supone que los autores tenemos muchas ideas en el escritorio”, bromea Quiroga. Sin embargo, “no entraba nada en el presupuesto”.

En realidad, había una idea que sí entraría, y que surgía de una pregunta. “Eso que nace de pantalla a pantalla, que es como una pulsión, que da una falsa idea de cercanía, ¿es amor? ¿O es una compulsión adictiva?”, explica la creadora. Su colega propuso que esa pregunta estuviera contada exclusivamente a través de pantallas, para que no fuera “una idea muy de dramaturga”. “Y ahí es como aparece este formato. Por eso le decimos formato, porque es una manera original de narrar esta pregunta”, concluye Quiroga.

Cada historia, entonces, tiene una relación contada a través de videollamadas, monitores de computadora y hasta camaritas adosadas a bicicletas. “Es como la famosa cámara, que los conspiranoicos pensamos que nos están filmando y le ponemos la cintita”, interviene Bednarik. “Es como chupar momentos de esos vínculos, que además, no sé si por la forma, la actuación o qué, tiene algo medio documental, como me decía alguien”. Conforme avanzaron, fueron usando la forma como recurso narrativo. “Al liberarte de que lo único que vas a ver es lo que salió de ahí, no tenés por qué estar contando y mostrando cosas que después se traducen en altos presupuestos”.

También decidieron convocar a diferentes guionistas, amplía el uruguayo. “Hoy lo consideramos parte del formato. Que haya diferentes plumas de diferentes lugares. Había gente que estaba escribiendo por primera vez, otros que ya vienen escribiendo muchas ficción. Fue muy intuitiva la selección. Que traigan historias y nosotros, sobre todo Marisa, coordinemos que todo eso tenga un sentido global, y que los temas no sean reiterativos”.

Verónica Perrotta, Rodolfo Santullo, Sergio de León y Juan Gallo fueron los convocados. “Las propuestas son de ellos; no sabían lo que había propuesto el otro”, aclara Quiroga. “Y la verdad es que rehicimos la mayoría de los capítulos muchas veces. Fue un aprendizaje. El día después es más fácil decirlo, pero en el medio fue muy pantanoso. Así que gracias a quienes facilitaron todas las instancias del proceso”.

Sobre los temas, agrega: “No hubo un listado, pero me parece que refleja un clima de época que a lo mejor ahora ya no es el mismo. Es como el final de la ola que arrancó en 2018 y llegó hasta 2022. Mucho más inclusiva y liberal, en el buen sentido, que esto que vivimos hoy que es una ola conservadora o frizzante del deseo”.

A prueba y error, descubriendo que la cámara de los celulares no daba la calidad de imagen necesaria, se fue creando la estética de la serie. “Agarramos dos celulares de producción, le pusimos con un chupón una cámara, que llamamos 'el sanguchito', que nos permitía tener una imagen horizontal y 4K. Superior a la de un celular, pero con la misma estética que te deja todo en foco”, detalla Bednarik. Las escenas se filmaban con dos “sanguchitos” y una videollamada en la que el realizador monitoreaba lo que estaba ocurriendo.

Con respecto a las actuaciones, valoran el “gran trabajo” de Chiara Hourcada en el casting, sumado a ensayos en los que se videollamaban de verdad. Con respecto al diseño de producción de Patricia Olveira, Bednarik destaca que hay “mucha artesanía”. “Para que te hagas una idea, parece que cada capítulo tuviera al menos dos o tres locaciones, y todo lo hicimos en tres locaciones”. Otros protagonistas destacados detrás de cámara son Juan Gallo en la dirección creativa de la interfaz digital, que incluye aplicaciones de citas y otras tecnologías, y el “gran laburo” de Santiago Bednarik en la elección de la música, que incluye temas de Niña Lobo, Claudio Taddei, Fernando Cabrera, Papina de Palma, Adrián Berra, Nicolás Ibarburu, Hugo y Francisco Fattoruso, entre otros.

Es raro hablar acerca de una segunda temporada cuando la primera recién se está emitiendo, pero ellos mismos la mencionan. “Fuimos muy felices haciendo la serie. Y le estamos dando atención al estreno, pero uno busca la felicidad”, confiesa Bednarik. “A casi todos con los que hablé les dije 'Che, ¿estás para una 2?' y contestaron 'Por favor, sumame'. Es como ir de campamento. Y además la serie lo permite. Si te va bien, y escala o genera una repercusión interesante, lo mejor que podés hacer es tener otra temporada ya pronta, y no ponerte a hacerla”. Quiroga aporta: “Que este formato se reproduzca, o que esta lata se venda, o que... Podemos soñar muchas cosas”.

Es amor?, creada por Marisa Quiroga y Sebastián Bednarik, dirigida por Sebastián Bednarik. Seis episodios de 25 minutos, los viernes a las 22.00 por TV Ciudad.