Hay instrumentistas que superan la burbuja del público que escucha música clásica y se convierten en artistas populares que recorren el mundo. Uno de ellos es Ara Malikian, violinista libanés de ascendencia armenia que visitará nuevamente nuestro país y el 29 de setiembre se presentará en el Auditorio Adela Reta con su espectáculo Intruso, con música que refleja su origen multicultural.
En conversación con la diaria desde España, donde está radicado, Malikian cuenta cómo comenzó a tocar el violín. “Mi padre decidió por mí que yo tenía que ser violinista y así fue. Y mi padre era una persona con mucho carisma, muy severo, y cuando él me puso un violín en la barbilla fue imposible quitármelo; ahí se quedó clavado. Menos mal, porque luego me gustó, pero él decidió por mí. Me hacía estudiar horas y horas, yo trabajaba con lágrimas en los ojos porque quería jugar con mis amigos. Pero la verdad es que estoy eternamente agradecido de que me haya obligado”.
“El violín es un instrumento desagradecido. Si dejo de tocar por dos días ya lo noto y me siento muy incómodo; imagínate si dejas de tocar una semana. Aunque hayas tocado toda la vida, si dejas de tocar una semana todo lo que has hecho no vale nada. Hay que tener mucha motivación, mucho amor, mucho sacrificio. Y desde que tengo 15 años se convirtió en mi profesión”, explica.
Vivió en Líbano hasta su adolescencia, una época difícil debido a la guerra civil. “Teníamos que refugiarnos en los sótanos y aguantar las bombas. Sufrimos pérdidas humanas y fue difícil. Me fui a Alemania para seguir adelante con mi vida y tuve que hacer desaparecer todas mis vivencias en Líbano. Luego, cuando fui mayor, volvieron todos esos recuerdos”, recuerda el músico de 56 años.
Esos recuerdos lo llevaron a la composición de temas propios. “Hace 15 o 20 años quise componer cosas con aires armenios o libaneses, porque no había composiciones hechas para violín. Empecé a hacerlo y me salieron bien; desde entonces no he parado de componer. Y eso hizo que me reconciliara con los grandes compositores clásicos, porque me di cuenta de que eran grandes genios que hoy en día echamos un poco de menos”.
Malikian reflexiona acerca de la música clásica y cómo no logra la convocatoria suficiente, más allá de su experiencia puntual. “Un poco tienen la culpa los músicos clásicos, otro poco los medios y también la sociedad, que estamos yendo siempre a las cosas más frívolas, más rápidas. También tiene la culpa la forma de aprender de hoy en día: uno quiere ser famoso de un día para el otro. Todo tiene que ser fácil, y ahí los clásicos pierden porque hay que dedicar mucho tiempo”.
“Entonces, pues, la música clásica va atrasada con el mundo pop y el mundo moderno. Es una cuestión muy delicada porque yo como artista, que tengo 56 años, me preocupo por lo que tengo que hacer, si tengo que ser moderno o más fiel a mí mismo. Y después de pensarlo mucho, decidí que no quiero hacer el ridículo e intentar agradar a un público para estar a la moda. Tengo que hacer lo que siento, guste o no guste. Espero que guste, obviamente”, agrega Malikian.
Entre los públicos que lo han aplaudido está el nuestro, y él tiene un recuerdo particular de sus visitas pasadas. “En Uruguay tenéis un público muy apasionado, muy entregado, muy cariñoso. Para mí es siempre una alegría muy grande volver a encontrarme con este público tan maravilloso, tan cuidadoso. Me siento muy afortunado de volver”.
En la charla hay tiempo para hablar de Intruso, el espectáculo del próximo 29. “Prácticamente voy a estar estrenando mis últimas composiciones, que son tan recientes que todavía no las tengo grabadas. Al mismo tiempo voy a hacer un homenaje a mis ídolos, a algunos artistas que cambiaron la historia de la música y en su momento fueron considerados intrusos, como Astor Piazzolla, que al principio de su carrera decían que destrozaba el tango, o Jimmy Hendrix, Paco de Lucía y Paganini. Será un concierto con composiciones mías y de estos grandes artistas que admiro”. Además del violín, estará acompañado de piano, batería, guitarra y contrabajo.
Naturaleza o crianza
Consultado sobre la vieja pregunta de si existe el talento natural o si es solamente aprendizaje, Malikian ha tenido varias respuestas. "Yo cambio de opinión todo el rato. Antes estaba convencido de que cualquiera podía tocar el violín; hay grandes profesores que dicen que se le puede enseñar a un mono. Y técnicamente se puede, pero conforme pasa el tiempo empecé a creer que para poder estar sobre el escenario, para poder transmitir algo, para poder hacer algo creativo con el arte, hay que tener algo diferente. Pero creo que cualquier persona en el mundo lo tiene: uno tiene talento para ser arquitecto, otro para ser músico, otro para escribir, otro para la fotografía. El asunto es encontrarlo; cuando lo encuentras, ahí surge la magia".
Ara Malikian, Intruso. Domingo 29 de setiembre a las 20.30 en el Auditorio Adela Reta. Entradas en venta en Tickantel.