Este martes la Banda Sinfónica de Montevideo presentará por primera vez en nuestro país la Sinfonía N° 3, Circus Maximus, del compositor estadounidense John Corigliano. Al mismo tiempo, será el estreno mundial de Todos solos, obra comisionada por la Sinfónica a la compositora uruguaya Sofía Scheps, donde la paridad de género (o la falta de ella) queda de manifiesto en el sonido final.
Ambas piezas serán dirigidas por la directora griega Zoe Zeniodi, de destacada trayectoria en escenarios de Europa, Estados Unidos y América Latina. “Es una gran parte del trabajo de freelancer, y lo llevo haciendo desde hace muchos años”, dice Zeniodi a la diaria sobre el desafío de trabajar con diferentes conjuntos a lo largo del mundo
“A mí me gusta mucho, porque es como ir a una cita. Tienes que observar y oír la dinámica de la orquesta. Qué necesitan. Porque, para mí, el trabajo del maestro es ayudar a todos a tocar y a expresar lo mejor que tienen. Si estás receptiva como persona, puedes entender qué necesita el grupo y cada músico individualmente para hacerlos confiar. Es un asunto de confianza, como en todas las relaciones”, agrega Zeniodi. “Cada vez que entro en un grupo estoy muy entusiasmada porque puedo ver nuevas personas y aprender de ellas”.
La directora explica qué lleva a que acepte las invitaciones que le llegan. “Tiene que ser algo interesante. A John Corigliano lo conocí personalmente en 2007, cuando hizo su concierto El violín rojo, de su famosa película. Yo era directora asistente en la Universidad de Miami, dirigí un ensayo del concierto y lo conocí personalmente. Cuando me ofrecieron Circus Maximus pensé: ‘Es una de las cosas más difíciles que vas a tener que hacer en toda tu vida. Vamos por esto’. Porque es un desafío muy importante”. La obra requiere una disposición orquestal única, con los músicos rodeando al público para crear una experiencia auditiva inmersiva.
“Será algo que no van a olvidar nunca en sus vidas”, afirma Zeniodi. “Tienen que estar preparados para los sonidos y la fuerza. Fuerza en todos los sentidos. La fuerza y el poder de la obra, de las emociones, de lo que va a pasar en el teatro. Una experiencia muy, muy visceral, donde lo único que tenemos que hacer es sentirla. Dejar que la música y el sonido entren a nuestros cuerpos”.
La directora también se refirió a Todos solos, la obra de Scheps que también integrará el repertorio. “Me gusta mucho. Tiene el mismo marco de Circus Maximus, pero con una manera totalmente diferente de escribir. Eso me interesa, porque Sofía tiene una forma mucho más definida, más delgada de crear atmósfera. Las dos obras tienen en común eso de juntarnos y hacer algo todos juntos, que va a dejar una marca en el público”.
Scheps recuerda que esta será su segunda obra sinfónica, después de Demografía acústica 32%, encargada por la Orquesta Filarmónica y estrenada en 2002 en el marco del Día Internacional de la Mujer. “Ese fue mi primer abordaje de un conjunto grande, mi primera experiencia así, y esta es la segunda”, señala. “Con la diferencia entre orquesta y banda, y con la necesidad de explorar cosas distintas a la primera pieza, aunque esta recoge algunas de esas cosas, como la paridad de género”.
“Cuando me enteré que en la Filarmónica de Berlín hasta 1984 no hubo ninguna mujer y en Viena hasta 1997, pensé si podía, desde el sonido, hacer un relevamiento de cuál es la proporción de mujeres en el conjunto que está tocando la música. No sólo la proporción, sino qué instrumentos tocan. Todos solos tiene partes diferenciadas escritas para mujeres, y la cantidad de mujeres que sean y cómo se distribuyen en el conjunto definen el balance final. Hay cosas que se salen de nuestro control, porque dependen de esa demografía”, agrega Scheps. De hecho, es posible que haya partes escritas por ella que no suenen, al no haber mujeres que las toquen.
Para la creación de esta obra no tuvo grandes imposiciones: “Una duración de más o menos diez minutos. Y sabía que compartía programa con la obra de Corigliano, así que quise aprovechar la distribución espacial, que es bastante particular”. Agradece esa libertad. “Es un voto de confianza y algo que no se ve mucho, que se toquen obras de compositores y compositoras vivos y uruguayos. Es bastante excepcional”.
Al escribir Todos solos, Scheps desconocía la integración de la Banda Sinfónica. “Hay un componente fuerte de incertidumbre”, confiesa. “Hay una tensión entre mi imaginario sonoro, de cosas que yo quiero y deseo escribir y expresar, y mi propia curiosidad de ver qué pasa. De esa tensión viene el resultado final”.
Circus Maximus, con la dirección de Zoe Zeniodi. Martes 17 de setiembre a las 20.00 en el teatro Solís. Entradas en venta en Tickantel. 2x1 para Comunidad la diaria.