En poco tiempo –un año y algunos meses–, seis músicos conformaron la banda de rock Filo, compusieron canciones, las grabaron y las editaron en el disco homónimo que vio la luz en plataformas digitales hace pocas semanas a través del sello Bizarro. El grupo nació a partir de la inquietud de Marcelo Fernández, guitarrista de Buenos Muchachos, y cuenta con Diego Morales (batería), Lali Gaspari (sintetizadores), Alfonsina Álvarez (guitarra), Pancho Cohelo (también de Buenos Muchachos, en guitarra) y Cototo Cuello (bajo) –a su vez, todos hacen voces, ya sea coros o la principal–.

Marcelo cuenta que en 2023 tenía un puñado de canciones que quería grabar y además hacía tiempo que pensaba en armar “algo nuevo”, entonces, contactó a varios músicos con los que ya había trabajado. Recuerda que empezaron a ensayar “muy lento”, para conocerse, porque si bien algunos ya habían interactuado musicalmente, la mayoría de los integrantes nunca habían tocado juntos. “De a poco, nos fuimos afianzando y conociendo. La verdad es que después empezó a fluir con una velocidad increíble y llegamos hasta donde estamos ahora”, dice. Ahora están en que este viernes a las 21.00 la banda presentará su flamante disco en La Trastienda.

Gran parte de las composiciones que Marcelo tenía guardadas eran recientes y las hizo cuando tuvo un problema de salud por el que estuvo internado un tiempo considerable. Luego se dio lo que describe como “una etapa intensa de producción porque no podía hacer otra cosa más que tocar”. “Dentro de todo lo malo que tuvo, salió algo muy bueno, que fue haber hecho un montón de canciones que quería hacer”, dice. Justamente, una de esas canciones es “Internado”, la quinta del disco, aunque aclara que la idea de hablar de su situación no fue pensada, sino que la canción le “tiraba para ese lado”.

El músico cuenta que las letras las escribió Cecilia Marconi, amiga suya de hace 20 años y su actual pareja. “A ella le voy planteando cosas o ella también plantea; para ‘Internado’ le di un montón de data y escribió la letra. La verdad es que refleja mucho lo que viví ahí y lo que vive cualquier persona que está internada, obviamente”, subraya.

Como es guitarrista y fundador de Buenos Muchachos, cabe preguntarse si al armar este proyecto el músico tuvo temor de que tuviera algún parecido sonoro a la banda comandada por Pedro Dalton –su hermano–, pero dice que nunca lo pensó, ya que “sabía que no iba a ser Buenos Muchachos porque son otros músicos, totalmente distintos”. “Hay una parte que puede ser que la gente diga que se parece a Buenos Muchachos, porque hay composiciones que son mías y obviamente en Buenos Muchachos componía mucho también. Pero se abrió, hay una variedad bastante grande de música en lo que hacemos en Filo”, subraya.

En la presentación de este viernes tocarán un total de 16 canciones, ya que compusieron ocho más que las que fueron incluidas en el disco, para tener un repertorio grande con el que despacharse en vivo.

Lo real y lo irreal

Por su parte, Alfonsina cuenta que el trabajo con Filo fue muy intenso, porque insumió muchas horas de ensayo, y de una forma a la que no estaba acostumbrada, ya que, por ejemplo, luego de la pandemia se habituó a la distancia física para crear y grabar música, e incluso suele grabar la base y luego un instrumento por vez.

“Además, porque estar en la sinergia real en un proyecto no sé si me había pasado antes. Entonces, esto es intenso en cantidad de horas, en la cualidad de la música y en el proceso personal también. Hay algo de que cada uno está muy definido y, a su vez, muy desdibujado y muy desafiado por todo el conjunto, que hizo que al momento de la grabación estuviéramos todos a tope de nuestras capacidades e incluso más”, cuenta.

El nombre de la banda surgió en una lluvia de ideas entre los integrantes y salió de la boca de Alfonsina. Comenta que nació de forma similar a la que compone una canción, sintiendo “un poco lo que hay en el aire”: agarró un par de libros, miró palabras al azar y, entre todas las posibilidades, se clavó en Filo. “Es el mismo trabajo que se hace al componer una canción: no es que una persona la haga, sino que alguna persona se dispone a recibir lo que ya está sucediendo”, dice.

“Respiro” es una de las canciones del disco que empezó con Alfonsina y desprende una envolvente atmósfera etérea que suena onírica, aunque la cantante se pregunta en qué se diferencia lo onírico de cualquier otra cosa. “Las canciones y vivir para mí son 1% de algo que podemos llamar real, y el resto es lo que estamos construyendo y también inventando, que es más grande que nosotros. Me da la impresión de que ‘Respiro’ es como una aparición. Yo siento que lo real es irreal y que lo irreal también es real”, dice.

Una canción clave dentro del álbum es la tercera, “Sin voz”, porque es la más larga –dura más de siete minutos–, empieza con un frenético impulso hard rock y luego baja la intensidad a puro arpegio, para terminar en una coda instrumental de maraña guitarrera, pero siempre con un aire oscuro. Y la letra no deja lugar a más que una interpretación, bien directa, de lo que cuenta la cantante: “No quiero ser más tu esclava esta vez, / tu esclava otra vez; / sola en este cuarto / siento que me parto, / me ahogué [...] Uhh, mi integridad, / abusaste más, / grito oscuridad, / me violás”.

Marcelo dice que la letra también la escribió su pareja, que la propuesta fue de ella y es una canción que “identifica a muchas mujeres”. Subraya que la música “acompaña mucho” la intención de lo que se dice. “Logramos que las letras tengan mucho que ver con la música, que acompañen esa fuerza y lo que queremos decir. De eso se trata la música de Filo, por ahora, en esta primera etapa. Es una canción que la terminamos de tocar y quedamos agotados, por la fuerza que tiene y también por lo que dice”, comenta el músico.

Alfonsina remarca que “Sin voz” es una canción “muy fuerte”, y dice que al principio, cuando Marcelo la invitó a cantar esa letra, la “intimidó mucho”, pero luego se subió al caballo “como viene”. “Viéndolo desde mi perspectiva, es una experiencia que hemos tenido tal vez demasiadas personas, y que en la canción encuentra el poder para superarla, dar pelea y emanciparse de la experiencia”, remata Alfonsina.

Filo. Viernes 13 a las 21.00 en La Trastienda (Fernández Crespo y Paysandú). Entradas desde $ 850 a $ 1.050 en Abitab.