“In the city that never sleeps I sleep alone / In the city that never sleeps / I’ve found my home” (En la ciudad que nunca duerme yo duermo solo / en la ciudad que nunca duerme / encuentro mi hogar).
El comienzo del tema tiene algo de la vibra melancólica y reflexiva de “Influencia” y de “No soy un extraño”, pero definitivamente este midtempo funkeado es mucho más luminoso y hasta parece festejar una estancia nocturna que acaba de comenzar, otra vez, en Buenos Aires o en Nueva York. Una guitarra que suena a Nile Rodgers y un bajo preponderante, como en los mejores discos de Charly, siguen el hilo de su voz plenamente expresiva, junto al teclado eléctrico y setentero.
“I do it in my way” (Lo hago a mi manera) canta Charly García al final del primer verso de “In the City”, una relectura en alta fidelidad de la rústica pero intachable “In the City That Never Sleeps”, esa referencia a Frank Sinatra incluida en su disco Kill Gil, de 2010, grabada esta vez junto al cantante británico Gordon Matthew Thomas Sumner, o sea, Sting.
El ex The Police se encarga del tercer verso, el discordante: “How do you think I’m crazy / When I can give you a morning sun?” (¿Cómo puedes pensar que estoy loco / si te puedo dar un sol temprano?). Su aporte trae una sonoridad de blues maníaco e incluye su propio coro de Stings, dejando así su marca registrada, presente en clásicos de su carrera solista como “If You Love Somebody Set Them Free” y en casi todos los de The Police, como “Don’t Stand So Close to Me” o “Walking on the Moon”, entre los que podrían recordar algo de esta novedad discográfica internacional.
El primer encuentro entre el argentino y su colega inglés había sucedido en el siglo pasado. Muchos recordarán la dificultosa actuación de García en el concierto de Amnistía Internacional de 1988 y la memorable performance de Sting, acompañado de las Madres de Plaza de Mayo. Pero hubo otro momento menos solemne en el que las estrellas del concierto —entre ellas, Bruce Springsteen, Tracy Chapman, Peter Gabriel, Sting y Charly García— compartieron el escenario del estadio de River Plate para una versión de “Get Up, Stand Up”, de Bob Marley. “Derechos humanos, para siempre ya”, terminaba Sting, en un español recién aprendido.
El vínculo entre los artistas sumó un nuevo capítulo en febrero de este año, cuando Sting visitó Buenos Aires y su guitarrista, el argentino-británico Dominic Miller, decidió invitar a García al show que darían en el estadio Movistar Arena. Finalizado el concierto, los ídolos populares intercambiaron unos minutos de conversación que rápidamente derivaron en la posibilidad de grabar una canción juntos.
Finalmente, “In The City” se hizo realidad, con Dominic Miller en guitarras y Diego López de Arcaute en la batería. Charly grabó su voz, el bajo y teclados en los estudios Happy Together Music & Unísono, de Buenos Aires, mientras que Sting y Miller agregaron lo suyo en Permanent Waves Studios de Miami. La masterización final se hizo en los estudios Sterling Sound y quedó a cargo del estadounidense Ted Jensen, un viejo amigo de Charly, con quien trabajó en discos como Clics Modernos, Tango (junto a Pedro Aznar), Hello: MTV Unplugged y Random.
En el videoclip del tema, Charly recorre Buenos Aires en un taxi antiguo de la marca Siam Di Tella. El paisaje de la tradicional noche porteña descubre el estadio Luna Park, el teatro Astros, el Gran Rex de la calle Corrientes y el Obelisco. Miller se sube a un subte y Sting toma otro taxi, pero en Nueva York. Se ven el Empire State, el Radio City Music Hall y la calle que lleva el nombre del cantante argentino. Al final de la pieza, Charly García saca la lengua antes de llegar a su destino.