El viernes falleció en París el sociólogo y teórico de la comunicación Armand Mattelart, reconocido por su pensamiento crítico sobre los medios, la cultura y la globalización. Había nacido en Bélgica y tenía 89 años. Fue coautor de Para leer al Pato Donald, un estudio tan novedoso como sagaz acerca de los presupuestos ideológicos de las historietas de Disney.
Nacido en Lieja, Mattelart se formó en derecho en la Universidad de Lovaina y se especializó en demografía en la universidad francesa de La Sorbona. En los años 60 partió a América Latina y hasta 1973 vivió en Chile, donde se desempeñó como profesor en la Universidad Católica durante el gobierno de Salvador Allende.
En ese período se unió al escritor argentino-estadounidense radicado en Chile Ariel Dorfman, asesor de prensa y cultura de Allende, y “en diez días febriles” terminaron de dar forma a Para leer al Pato Donald. Publicado en 1971, el libro es un estudio sociológico que desmenuza varios presupuestos subyacentes en la cultura de masas, con una fuerte impronta del concepto de imperialismo cultural. A partir de las historietas de Disney, los autores buscaban despertar una conciencia crítica sobre el poder de los medios.
“Era un libro necesario entonces y sigue siéndolo”, dijo Mattelart a El País de Madrid en 2023. “Un manual de descolonización, como lo llamó John Berger, pese a sus limitaciones. Enseña a desconfiar de las superficies y las versiones oficiales de la realidad y, sobre todo, recoge la maravillosa alegría y rebeldía que animaba al pueblo chileno en su camino de liberación, una liberación que todavía está pendiente. Y es muy entretenido y lleno de humor”.
En esa misma charla habló sobre la influencia estadounidense en América Latina en la actualidad: “Sigue siendo inmensa, pero no es avasalladora como en el pasado en un planeta multipolar, ni tampoco es inevitablemente nociva. El rock, para no ir más lejos, ha tenido un efecto liberador para nuestra juventud. Y sin Faulkner no hay García Márquez. Lo importante es establecer un diálogo entre culturas y países, entendiendo, eso sí, que tal diálogo se dificulta si tanto poder económico se encuentra afuera de las comunidades que quieren expresarse”.
Luego del golpe militar de 1973, Mattelart fue expulsado de Chile y se estableció en Francia, donde se convirtió en profesor emérito de la Universidad de París, desde donde estudió la comunicación, la política y la cultura con una dimensión global, pero con raíces latinoamericanas. Su libro, mientras tanto, era quemado y arrojado al mar por el gobierno de Augusto Pinochet.
Un año después codirigió, junto con Valérie Mayoux y Jacqueline Meppiel, el documental La espiral, que a partir de archivos de prensa y documentos diplomáticos reconstruía la maquinaria desestabilizadora que precedió al golpe de Estado chileno. La obra puede verse completa en Youtube, en francés con subtítulos en español.
En 2008, entrevistado por Primera Hora de Puerto Rico, Mattelart reflexionaba sobre la “sociedad del espectáculo” denunciada por Guy Debord más de 40 años antes. “El entertainment es finalmente una manera de provocar y puede ser gratificante para el oyente, el televidente o el lector, pero es un problema real. Porque con esta prioridad es difícil tomar distancia frente a la información a analizar. Creo que la información implica una toma de distancia y el espectáculo finalmente no lo permite”, dijo por entonces.