“Hoy comienza una nueva etapa”, dijo a la diaria el jueves la directora de la Biblioteca Nacional (BN), Rocío Schiappapietra, ante la apertura gradual de sus espacios públicos.
El 26 de mayo, en el Día Nacional del Libro, la jerarca, acompañada, por la secretaria ejecutiva del archivo, Julia Demasi, y el ministro de Educación y Cultura, José Carlos Mahía, había denunciado una situación de “crisis multidimensional” que obligaba a la institución a cerrar sus puertas al público general inmediatamente, con el fin de hacer “una puesta a punto” y la idea de construir una biblioteca del futuro.
“Hoy comenzamos con la sala Artigas, que es la principal sala pública de lectura silenciosa”, informó el jueves Schiappapietra sobre la primera de las acciones concretadas, en el marco del Plan de Restablecimiento de los Servicios de la Biblioteca Nacional del Uruguay.
A partir del miércoles, la principal sala de lectura de la BN estará abierta al público general, se podrá ingresar con o sin agenda previa, y con materiales propios de estudio, desde las 9.00 hasta las 15.00.
En este sentido, el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) dio cuenta de la puesta en marcha de la planificación, que “permitirá ordenar y ampliar progresivamente la disponibilidad de servicios, incorporando mejoras operativas y condiciones adecuadas para su funcionamiento”.
Además, informó sobre lo actuado entre mayo y diciembre como parte de un trabajo coordinado con Presidencia de la República, el MEC y la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), “que implicó decisiones estratégicas para recuperar capacidades institucionales largamente postergadas”.
A fines de octubre, el presidente Yamandú Orsi, el ministro de Educación y Cultura, la directora de la BN y el dramaturgo Gabriel Calderón, en su nuevo rol de referente por la OPP, presentaron una primera versión denominada Biblioteca Nacional del Futuro.
“El plan que vamos a establecer es inmediato; quiere decir que va a tener su primer hito en diciembre, cuando restablezcamos los servicios, anunciemos un modelo de participación, un plan de trabajo y, poco a poco, en 2026, 2027 y 2028, va a tratar de cumplir todos sus hitos a una reconversión total de la Biblioteca Nacional”, adelantaba Calderón.
Verano activo
“Despejamos las dos salidas de emergencia que se encontraban bloqueadas por un archivo de Derecho de Autor que no estaba catalogado. Para eso se creó un equipo interdisciplinario integrado por una archivóloga, personal de limpieza, empaquetadores y mantenimiento edilicio. Con este equipo se habilitaron espacios de preservación, se archivaron, identificaron y protegieron documentos sensibles y se trasladaron a un espacio adecuado”, dijo Schiappapietra sobre los cambios visibles y las novedades del edificio.
Asimismo, detalló las actividades disponibles para los visitantes que se desarrollarán a partir de estos días y durante todo el verano.
El “regreso progresivo de los servicios de la institución” continuará en enero con la apertura de la sala Infantil y Juvenil, recientemente reacondicionada, y que funcionará como espacio cultural dentro del programa Verano Educativo de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP).
Por otra parte, los centros educativos interesados en conocer la BN podrán agendarse desde el 15 de febrero, con el fin de acceder a “visitas guiadas, propuestas educativas y actividades de mediación de lectura” que comenzarán en la segunda quincena de marzo.
“Nuestro objetivo es el de ampliar el alcance de estas propuestas de verano, pero haciéndolo de manera gradual para no perder de vista la seguridad, dado que seguimos trabajando en el edificio”, apuntó Schiappapietra.